Hay pescados para todo gusto y tipos de preparación. Hay azules, rojos y blancos; silvestres y de cultivo; de sabor fuerte y delicados; de agua dulce o salada. La variedad es extensa.
Generalmente vienen en todos los tamaños pero por regla general sólo existen dos formas, los planos como el lenguado y los redondos como la tilapia.
Dependiendo el tipo de pescado la técnica de cocción variará pero para no fallarle recuerden que los filetes firmes y carnosos son buenos para hornear, saltear y hacer a la parrilla, ya que su textura permitirá que no se desbaraten. Por el contrario, los filetes delicados normalmente se pueden hacer al sartén o para cocinar en un medio ácido, como un rico cebiche.
Para comer pescado fresco lo es pescarlo nosotros mismos pero, siendo realistas, no todos tenemos ese privilegio así que para que no nos vean la cara a la hora de comprar un este ingredientes lo mejor es revisar ciertas cosas del animal como:
Existe la posibilidad de pedir en la pescadería que les limpien y corten el pescado que hayan elegido pero a quienes gustan de hacer las cosas uno mismo ─o tal vez no hay una pescadería cerca por que ustedes mismos lo sacaron del agua─, acá les dejamos una pequeña guía de cómo limpiar un pescado:
Normalmente comemos siempre los mismos pescados, ya sea por rutina o por que no somos muy aventureros. Sin embargo, en México existen 300 variedades de pescados todos maravillosos, cada uno con sus propias particularidades y vale la pena probarlos todos pero de ellos hablaremos más adelante.