Es bien sabido que en la publicidad las cosas lucen mejor de lo que son. Sin embargo, en el caso de las cadenas de comida rápida el asunto va un poco más allá.
¿Cuántas veces has visto en los anuncios una hamburguesa grande, jugosa con una enorme rebanada de jitomate y tanto queso derretido que se escurre por los bordes? Ahora piensa, ¿cuántas veces la has recibido así?
En Estados Unidos un hombre hizo un experimento. Visitó varios lugares de comida rápida, principalmente hamburguesas, y comparó los alimentos recibidos con la imagen de los anuncios publicados en el lugar. Esto es lo que ocurrió: