La capirotada es un postre clásico que no puede faltar durante la Cuaresma, en especial en Semana Santa. Su historia se remonta a siglos atrás y cada bocado está lleno de tradición. Es uno de los platillos favoritos de los mexicanos por su combinación de texturas suaves, dulces y especiadas que lo hacen un festín al paladar. Hoy, te traigo una versión más jugosa y deliciosa, y uno de los secretos mejor guardados de las abuelas, para preparar una capirotada de tres leches que combina pan, frutas, nueces y una irresistible mezcla de leches.
Foto: ya sea que la prepares en el horno, en olla de barro o en una olla de cocción lenta, este postre te conquistará por su sabor único y su capacidad de reconfortar en cualquier momento del año, en especial en Cuaresma / Shutterstock
La historia de la capirotada está íntimamente vinculada a las festividades religiosas, especialmente a la Cuaresma y la Semana Santa. Su nombre proviene de la palabra “capirot”, que era un sombrero alto de cartón que usaban los penitentes durante las procesiones y se cree que el postre recibió ese nombre por su forma y simbología religiosa.
Foto: la capirotada, este postre tradicional de Cuaresma, tiene muchas variantes, entre ellas una que incluye tres leches / Shutterstock
Este postre es el ejemplo perfecto de que se puede aprovechar cualquier sobrante de la cocina, sin importar si está duro. Su sabor es dulce, con un toque especiado y textura similar al budín de pan, pero mojadito, que lo hacen único. Se hace principalmente con pan, aunque sus ingredientes pueden variar según la región y la familia, a la que se le añaden pasas, nueces y piñones, junto con miel o azúcar.
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