El queso de aro es un queso artesanal típico de la región poblana, conocido por su forma redonda y su textura firme. Se elabora principalmente con leche fresca de vaca, aunque algunas variantes incluyen mezclas con leche de cabra.
Este queso se conoce con otros nombres; “Queso fresco de rancho”, “Queso de sal”, “Queso molido”, “Queso de hoja” y “Queso de aro”. Su nombre proviene del “cincho”, el aro o molde con que se elabora, tradicionalmente de ixtle (es una fibra vegetal).
Los quesos de aro los podemos encontrar en Morelos, en Oaxaca y en el Estado de México, se puede obtener envuelto en hojas de maíz; los quesos de sal de Chiapas, Veracruz y Guerrero se venden envueltos en hojas de palma y en Tabasco en hojas de plátano.
El queso de aro es un queso fresco, de pasta blanda, no prensada, teniendo como presentación la forma redonda de poca altura, es uno de los quesos más conocidos en el país.
Su elaboración generalmente es con leche cruda de vaca, cabra o una mezcla de ambas.
Debido a que el proceso de hechura no requiere de prensado, o utiliza un prensado muy suave, su textura es perfecta para desmoronar.
Este queso tiene su origen en quesos similares producidos en toda Europa, y por medio de la conquista española es que este tipo de queso y su proceso viajó hasta nuestro país.
Principalmente se consumía en la zona de los Balcanes (Europa del Este) y aún se utiliza en comidas tradicionales de las costas del mar Mediterráneo.
Las versiones mexicanas son siempre más saladas que las que se encuentran en el Viejo Continente, y en ocasiones se pueden comprar añejadas por un proceso de oreado al aire libre.
Se prepara a partir de leche de vaca entera muy fresca (recién ordeñada) y en ocasiones mezcla de vaca y cabra.
Su alto contenido de humedad hace que este tipo de quesos sean normalmente bajos en grasa y que posean una gran cantidad de calcio. Se venden en mercados y tianguis mexicanos locales de cualquier ciudad o localidad mexicana.
Por su textura y consistencia es un excelente sustituto en recetas que requieren de quesos doble crema. Es ideal para consumir fresco, desmoronado sobre antojitos mexicanos o acompañado de pan artesanal.
El queso de aro se usa en casi todos los antojitos mexicanos como esquites, elotes, tostadas, sopes y tlacoyos; es económico y de sabor suave.
Es muy bueno para desmoronar sobre enchiladas y flautas, como botana sobre tostadas con crema o en trozos para acompañar el guacamole con tortillas calientes.
El queso ranchero o queso de aro, en este caso, tiene un olor a leche fresca (láctica) y a veces con notas minerales otorgadas por el tipo de hoja en el que es envuelto.
Lo podemos maridar con vinos blancos, dulces y de variedades como Chardonnay, o con cervezas pilsners aromáticas.
Fuentes consultadas: Quesos Mexicanos (Carlos Yescas).
#Florecita Quesera: amor a su tierra, a sus chivas y creadora de sus propios quesos artesanales.
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