Varias tenazas afiladas surgen del caldero como si de una bestia de otro planeta se tratara. Semejante platillo, a través de su caldo espeso, evoca la sensación de ser comida de otra galaxia. Crustáceos escurridizos lucen sus pinzas afiladas llenas de carne que invitan a ser devoradas. Un escenario sacado casi del espacio, tal vez por ello, ha sido un platillo que atrae la atención del ufólogo más exitoso de nuestro país. Te enseño la receta del chilpachole, un platillo de jaiba que cautivó al investigador Jaime Maussan.
El famoso personaje de la televisión y amante de los objetos voladores no identificados (OVNI), Jaime Maussan, ha dado a conocer su incursión en el sector de la hospitalidad. Pues ha puesto a la renta, a través de una famosa plataforma de hospedaje, su impactante casa.
Una experiencia única, en la que el famoso presentador abriría las puertas de su casa, así el público podría conocer su gigantesca colección. Un espacio con una conexión intensa y mística, especialmente con la naturaleza.
El investigador de fenómenos paranormales no solo se adentró al mundo de la hospitalidad, también formó parte del programa gastronómico, Divina Comida. Un programa en el cual cuatro famosos abren las puertas de sus casas para dar de comer a sus invitados. Cada uno recibirá a los otros tres miembros y preparará una cena muy especial.
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En este espacio Maussan demostró sus grandes dotes como cocinero y su profunda relación con la comida. Como anfitrión, Maussan preparó un chilpachole y pescado a la talla. Pero fue su preparación de chilpachole (su platillo favorito) la más destacada de toda la temporada.
El chilpachole es un caldo marinero de origen veracruzano que consiste en la cocción de pescado y mariscos, especialmente crustáceos como la jaiba. El caldillo del chilpachole está hecho de jitomate, cebolla, ajo, epazote y chile chipotle, aunque también puede usarse guajillo.
Una receta auténtica de la zona del Sotavento y que se consume por toda la costa del Golfo de México. Se suele comer durante la época de Cuaresma o para curar cualquier tipo de cruda.
Su nombre viene del náhuatl, chilli que significa chile y patzolli que es revuelto o enmarañado. Para que el caldo tenga una textura más espesa, similar a la del atole, se le suele agregar chochoyotes, que son bolitas de masa de maíz que le dan una textura densa.
En honor al investigador y a uno de sus platillos favoritos, te compartimos la receta clásica del chilpachole veracruzano.
Preparación: