Este 23 de septiembre se conmemora el Día Internacional de las Lenguas de Señas con el fin de concienciar sobre la importancia de éstas para la plena realización de los derechos humanos de las personas sordas. Así que hoy es una excelente oportunidad para hablar sobre tres proyectos gastronómicos incluyentes.
Según la Federación Mundial de Sordos, existen aproximadamente 70 millones de personas sordas en todo el mundo. Más del 80% vive en países en desarrollo y como colectivo, utilizan más de 300 diferentes lenguas de señas.
Desde 2013, el chef Oscar Enrique Chatelain Jardón creó la Fundación Mexicana de Sordos Gastronomía EnSeñas A.C. dedicada a atender a ciudadanos vulnerables por escasos recursos, edad, sexo o alguna discapacidad en el Estado de México, con la finalidad de que puedan desarrollarse en el campo laboral a través de la gastronomía.
Una de sus misiones es iniciar o mejorar la situación de empleabilidad de personas con discapacidad y/o situación de vulnerabilidad. Apoyando y ofreciendo un espacio de aprendizaje y sobre todo una oportunidad de capacitación, desarrollo y participación incluyente en la gastronomía.
Dicha fundación es pionera en México de educación para sordos que permite seguirlos formando profesionalmente a través de la lengua de señas, en el campo de la gastronomía.
Actualmente la fundación brinda cursos y actividades especiales en temas de gastronomía a jóvenes Down y personas sordas.
Rocío Scalzo, conocida como @rousscomidas, es originaria de Argentina que se dedica a crear recetas a través de la Lengua de Señas.
Desde hace más de 10 años, la joven se dedica a la repostería inclusiva, “enseñando no sólo recetas aptas para todo público (celíacos/diabéticos), sino también hacerlo a través de la Lengua de Señas para personas sordas y a todas las edades”, explicó.
En 2023, su proyecto resultó ganador del primer premio en la categoría “Propósito” en un concurso nacional que reunió a más de 200 emprendimientos. A través de sus cuentas, @rousscomidas comparte todo tipo de recetas desde dulces hasta saladas.
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Chimi Deli no es un restaurante más, se trata de un espacio incluyente en donde se cocina para todos y en donde la diversidad es uno de los ingredientes principales.
Este sitio se ubica en San Carlos de Bariloche, ciudad en Argentina, y en él se sirve comida vegana, alimentos que no incluyen proteína ni productos de origen animal y sin TACC, alimentos que no tienen en su composición, ni estuvieron en contacto, con gluten derivado de trigo, avena, cebada o centeno, y quienes la requieren lo hacen principalmente por una cuestión de salud.
Uno de sus trabajadores estrella es Nicolás Pargade quien a los 3 años sufrió de meningoencefalitis, la cual le dejó muchas secuelas, sin embargo, eso no le ha impedido estudiar y encontrar un trabajo en Chimi Deli.
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