El pan coleto, típico del bello San Cristóbal de las Casas, Chiapas, forma parte de la tradición gastronómica de este pueblo. A continuación te cuento un poco de su historia y la receta tradicional.
La historia del pan coleto comienza a partir del Siglo XIX, época en la que se dieron los primeros cultivos de trigo. De acuerdo con el investigador chiapaneco, Pedrero Nieto, hasta el siglo pasado San Cristóbal de las Casas tenía la hegemonía en la producción de trigo, se producía maíz para el consumo local, se criaba ganado menor, se cultivaba legumbres y frutas de clima frío, y se elaboraban artesanías, pues los barrios albergaban a artesanos especializados en diferentes actividades manufactureras.
En la actualidad, existen hasta 15 tipos de panes coletos, siendo los más comunes las cazuelejas, rosquillas y tortas, y aunque todos salen de la misma masa, cada uno lleva algún ingrediente diferente que le da su sabor característico.
Comer pan coleto es obligatorio para los turistas que llegan a San Cristóbal. La elaboración de estos peculiares panes coletos es un proceso que algunas personas han desertado, y pocas familias aún conservan la receta familiar para elaborarlo de manera tradicional, desde la obtención de la levadura, el mezclado y amasado a mano, hasta el horneado con leña.
La receta original del pan coleto o pan de Chiapas constaba de harina de trigo hecha a mano, leche recién ordeñada, panela o piloncillo, queso seco, azúcar, levadura y manteca. Estos ingredientes son clave para otorgarle ese sabor característico al pan chiapaneco.
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Quienes aún conservan esta tradición empiezan su elaboración desde la madrugada hasta las 10 de la mañana que empiezan a hornearlos. Cada día los panes se reparten para su venta en distintos puntos de la ciudad con la variedad como el pan blanco, trencitas, tortitas de yemas y los bizcochitos; todos realizando con huevos, azúcar, canela, leche, harina y manteca.
Si aún no han probado este típico pan, no olvides agregarlo en tu lista de pendientes en tu próxima visita a Chiapas, acompáñalo con un delicioso café de olla.