AsiLa Guía Michelin ha sorprendido al otorgar estrellas a taquerías, como fue el caso de El Califa del León, y recientemente a una heladería en Taiwán por primera vez en su historia. Se trata de Minimal, a cargo del chef Arwin Wan, convirtiendose en la primera heladería del mundo en ganar una estrella Michelin.
Pero ¿qué hace especial este sitio para haberse llevado una estrella Michelin? Todo está en los sabores de los helados que heredaron la tradición del gelato italiano, pero que los han adaptado con ingredientes y recetas locales.
Los helados se pueden pedir para llevar, para comer dentro del local o a través de un original menú degustación. Platos a base de ingredientes congelados que “causan sensación visual y gustativa con sus complejas capas de sabores y texturas”, según la propia guía,
Los inspectores han justificado su decisión afirmando que han quedado fascinados por su creatividad, la calidad excepcional de los ingredientes que emplean y la presentación artística de sus helados artesanales. También por su menú degustación, que “desafía todas las expectativas”, dicen.
Minimal ofrece un menú de siete platos que cambia cada temporada; las delicias congeladas, como el helado y el granizado, se presentan ingeniosamente para articular un tema, destaca Michelin en su reseña.
Este restaurante de postres es el local hermano del también premiado Sur que ya se encontraba en la lista antes de esta distinción, aunque antes lo hacía en la categoría de Bib Gourmand, un reconocimiento que se otorga a los lugares que sirven comida de calidad a buen precio. Ambos se sitúan en la ciudad industrial de Taichung, la segunda ciudad más poblada de la República de China (Taiwán).
Se trata de un sencillo sitio que sigue la estética wabi sabi, una tendencia de diseño que busca realzar las imperfecciones. Se recomienda hacer reservas o pedir helado para llevar.
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El menú degustación de Minimal tiene un precio de 1,200 dólares taiwaneses (unos 750 pesos mexicanos). Este menú degustación presenta una gama de texturas de hielo, desde sorbete hasta hielo estilo nitro, ofreciendo texturas intrigantes y sabores delicados.
En palabras de la propia heladería, utilizan el helado para transmitir ideas y sabores. “Intentamos combinar una gran cantidad de ideas y técnicas, y utilizamos técnicas modernas para interpretar la sencillez”, explican desde su página web.
La temperatura es su arma para lograr los resultados que los han llevado a robarse las miradas de los inspectores de Michelin, jugando con los grados hasta conseguir las texturas deseados. -12 °C, -40 °C, o -196 °C son algunas de las temperaturas “congelantes” a las que someten a sus ingredientes creando “diferentes estructuras de cristales de hielo, expresiones de sabor, gustos y formas”.
Uno de los platos que conquistó al inspector fue el postre de Yuzu/Moroheiya, cocinado a -40 °C , que le transportó directamente a su infancia.
“La textura no era la típica de una piruleta; me recordaba a cómo solía comprimir el algodón de azúcar en un tamaño más pequeño para prolongar el momento en que se derretía en mi boca”, cuenta el crítico anónimo de la guía.
Los inspectores también afirman que los cubiertos son muy delicados. “El diseño del menú transmite una sensación de selección cuidadosa y atención al detalle”.