¿Alguna vez te has preguntado por qué se dice que las botellas de mezcal contienen un gusano en su interior? Sin embargo, al mirar las botellas que compramos, rara vez encontramos uno. ¿Dónde quedó el famoso gusano del mezcal?
Durante años, hemos escuchado acerca del famoso insecto, llegando incluso a diferenciar al mezcal del tequila solo porque trae un gusano. Este ha pasado de ser una curiosidad a un elemento más mitológico que real. Pero, ¿cómo llegó el gusano a convertirse en parte de la leyenda del mezcal?
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El origen del gusano de maguey en el mezcal no es una tradición ancestral, al contrario, es una invención relativamente reciente. Durante la década de 1940, Jacobo Lozano Páez, un empresario mexicano, notó que los gusanos que vivían en el maguey podían alterar el sabor del mezcal cuando caían en la bebida. Lozano decidió aprovechar esta curiosidad y comenzó a incluirlo, presentándolo como un símbolo de autenticidad.
Esta idea rápidamente ganó popularidad, especialmente en mercados extranjeros. Los mitos de esta incorporación fueron creciendo, incluyendo la creencia de que consumirlo podría otorgar vigor sexual y otras propiedades especiales.
Sin embargo, muchos productores tradicionales rechazaron esta práctica, quienes consideraban que este desviaba la atención del verdadero valor del mezcal: su proceso de elaboración artesanal y su historia cultural.
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