La cocina nayarita destaca por sí sola, platillos como el pescado zarandeado o el pollo estilo Ixtlán, lo avalan. A pesar de ello no es una gastronomía muy conocida en todo el país, sin embargo, guardan increíbles preparaciones emblemáticas de México. Entre ellas destaca el tatishuile o taxtihuilli, un guiso de camarón que te dejará babeando.
Uno de los estados más pequeños de todo el país, pero que detrás de sus barrancas y playas, hay una extensa y poco conocida gastronomía. No basta con el pescado zarandeado, la cocina de Nayarit es más profunda que sólo una preparación.
Sin duda influenciada por su topografía, esta cocina es marítima. En cada bocado encontrarás un intenso sabor a mar, desde ceviches hasta chicharrón de pescado, los platillos clásicos pertenecen al océano Pacífico.
Todo tipo de pescados podemos encontrar, desde pargo, pez gallo, atún, robalo o dorado. Una amplia variedad que le dan una gran diversidad de sabores a la gastronomía de Nayarit. Una elevada producción de aguacate y mango, también hace que estos productos sean representativos de su cocina.
El consumo de maíz, frijol y chile, además de amaranto, quelites y abundantes hongos de la sierra componen sus principales ingredientes. Camarón, jaiba, ostión, langosta de río, guajolote, venado y armadillo, sus principales proteínas cárnicas.
El tatishuile es un guisado/sopa representativo de la cocina nayarita, el cual está compuesto por masa de maíz, chile cascabel, jitomate, ajo, orégano y pimienta. Se sirve como una especie de sopa que se suele acompañar con unas gotas de limón.
Del náhuatl tixtli, que significa espeso (por la masa de maíz), también se le llamó “el atole de camarón”. Una preparación típica de la región y que se le consideró prehispánica, pues emplea técnicas culinarias de los pueblos originarios.
Aunque es un platillo del norte de Nayarit, Jalisco y el sur de Sinaloa también tienen su propia versión. Por un lado en Jalisco, utilizan chile piquín y se consume con tostadas, mientras que en Sinaloa es menos caldoso y espeso, se le considera un gran remedio para la cruda.
Es originario de la isla de Mexcaltitán, que tras la conquista se relaciona con celebraciones religiosas como San Pablo y San Pedro. Un lugar colorido y místico que guarda una valiosa historia para el país.
Esta isla se llegaba a considerar como la cuna de la mexicanidad, pues se creía que guardaba una gran relación con el legendario Aztlán, sitio de donde salieron los mexicas para iniciar su peregrinación a la tierra prometida.