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Huevos Benedictinos: todo lo que tienes que saber para tener el mejor desayuno estrella. / Foto: iStock

Huevos Benedictinos: una receta para un brunch perfecto (y algunos consejos para que te queden perfectos)

Por Ameyalli Roskaritz

Brunchear es lo de hoy, y más para las personas que no logramos despertarnos temprano los fines de semana. Y déjame decirte que no hay nada mejor que hacerlo con un par de huevos benedictinos, esta clásica receta es un desayuno completo, y si lo acompañas de un buen café, ya ganaste.

Muchos los consideran un homenaje al desayuno, una delicia nacida de la creatividad y el paladar exigente, aparte de ser un desayuno perfecto para la resaca.

Esta receta es una creación inglesa, que consiste en dos mitades de un muffin inglés (la clásica receta) u otros tipos de panes, generalmente cubiertos con jamón cocido, panceta, pastrami, o lomo canadiense, huevos pochados y la muy popular salsa holandesa.

Muchos los consideran un homenaje al desayuno, una delicia nacida de la creatividad y el paladar exigente, aparte de ser un desayuno perfecto para la resaca. / Foto: iStock

Muchos los consideran un homenaje al desayuno, una delicia nacida de la creatividad y el paladar exigente, aparte de ser un desayuno perfecto para la resaca. / Foto: iStock

Este ensamble, que equilibra la suavidad del huevo con la textura crujiente del pan y la intensidad de la salsa, es una verdadera sinfonía de sabores que deleita los sentidos y reconforta el alma.

Con un ingrediente tan común podemos preparar desayunos fuera de serie, y de eso se trata la receta que te compartiremos hoy.

Huevos Benedictinos: todo lo que tienes que saber

Un poco de historia…

La historia de los huevos benedictinos está envuelta en un manto de leyenda y tradición. Se dice que el nombre “Benedicto” proviene de una dama llamada Mrs. LeGrand Benedict, quien, en 1860, solicitó al Chef Charles Ranhofer del famoso restaurante Delmonico’s en Nueva York, una creación novedosa para el desayuno.

No se sabe si el chef del prestigioso restaurante inventó o si tan sólo actualizó la receta que ha tenido sus variaciones con el tiempo. Lo que es cierto, es que este platillo rompió los escaparates y se volvió tan famoso que  no puede faltar en los menús de los restaurantes más exclusivos y elegantes del mundo.

Un curioso ‘remedio’ para la resaca

Al igual que la señorita LeGrand Benedict desafiara a su chef de confianza con un pedido especial, existe una historia alternativa en la que se cuenta que Lemuel Benedict, un conocido agente de bolsa, hizo una solicitud similar al chef del hotel Waldorf Astoria en Nueva York.

Según la historia, Benedict pidió un plato que consistiera en pan tostado, tocino, huevos escalfados y salsa holandesa, con la esperanza de aliviar una resaca de la noche anterior. Se dice que la combinación resultó tan satisfactoria que el chef decidió inmortalizarla en el menú, llevando el nombre de Benedict.

Domina la Técnica: Consejos para un Huevo Poché Perfecto

Para preparar tus huevos benedictinos primero tienes que dominar esta técnica y lograr que tus huevos poché queden perfectos. / Foto: iStock

Para preparar tus huevos benedictinos primero tienes que dominar esta técnica y lograr que tus huevos poché queden perfectos. / Foto: iStock

Aunque la preparación de los huevos benedictinos puede parecer sencilla, requiere de una técnica precisa, especialmente en el huevo pochado.

Pareciera muy sencilla y puede serlo, siempre y cuando domines la técnica para que el huevo quede perfecto. Así que ten en consideración estos consejos:

  • Mientras más frescos estén los huevos, mejor resultará la técnica del escalfado. Si no es el caso, puedes echar un chorro de vinagre en el agua antes de hervir. De esta forma, evitaremos que la clara y la yema se separen.

  • La temperatura ideal para cocer los huevos no debe de superar los 80°C. Es importante que esté muy caliente pero que no llegue a hervir (la temperatura de ebullición del agua es de 100°C)

  • Si vamos a consumir el huevo un poco más tarde, debemos de sumergir el huevo en agua con hielo durante unos segundos para cortar la cocción.

  • Es completamente normal que nuestro huevo resulte con ciertas imperfecciones. Siempre podemos recortar los sobrantes de la clara con un cuchillo, para dejar una apariencia mucho más prolija.

En caso de que sientas que es una técnica demasiado complicada y prefieres ahorrarte unos cuantos dolores de cabeza, puedes optar por la segura y conseguir algún instrumento pochador de huevos.

Ahora sí, a lo que vinimos:

Cómo hacer huevos benedictinos en casa

Ingredientes:

  • 4 huevos
  • 2 cucharadas de vinagre blanco
  • Pimienta negra molida
  • 2 panes tipo English Muffin o pan brioche
  • 2 rebanadas de lomo canadiense, tocino o prosciutto (aunque también puedes servirlo con salmón)
  • 2 yemas
  • 250 g de mantequilla
  • Sal y pimienta al gusto
  • 3 cucharadas de jugo de limón
  • 1 cucharada sopera de agua fría
  • 2 cucharadas soperas de vino blanco
  • 1/2 cucharadita de pimienta de cayena
  • Cebollines

Para la salsa holandesa:

  1. En una cacerola, coloca la mantequilla y caliéntala a fuego mínimo hasta que se separe el suero de la grasa. Aproximadamente 20 minutos. Separa la grasa y desecha el suero.
  2. En otra cacerola, reduce a la mitad el agua y el vino. Reserva y deja enfriar.
  3. En un tazón, coloca las dos yemas de huevo (sin restos de clara) y agrega la reducción de agua y una cucharada de jugo de limón. Bate las yemas sobre un cazo de agua caliente (a 55°C) a baño María hasta obtener una crema espumosa. Debes batir de forma suave pero constante para duplicar el volumen de las yemas.
  4. Añade gradualmente la mantequilla clarificada mientras continúas batiendo para que emulsione.
  5. Una vez lista la salsa, agrega pimienta, sal, pimienta cayena y las dos cucharadas de jugo de limón restantes, mezclando de forma envolvente para evitar que se corte. Mantén la salsa sobre agua caliente a baño María para conservar su consistencia espumosa.

Para los huevos pochados:

  1. Hierve una olla con abundante agua y añade el vinagre. La proporción adecuada es una décima parte de vinagre por cada parte de agua.
  2. Cuando el agua esté a punto de hervir, retira la olla del fuego.
  3. Rompe un huevo en un cuenco y deslízalo lentamente en el agua caliente. Retira el cuenco una vez que el huevo esté dentro del agua.
  4. Tapa la olla y cocina el huevo durante tres minutos para que la clara cuaje mientras la yema permanece líquida.
  5. Retira el huevo con una espumadera y sumérgelo en agua con hielo para detener la cocción. Repite el proceso con los huevos restantes.

Procedimiento:

  1. Tostar los panes (que hayas elegido) hasta que estén crujientes.
  2. Coloca cada mitad de pan en un plato y añade una rebanada de lomo canadiense y un huevo pochado.
  3. Cubre con la salsa holandesa y espolvorea con cebollín y paprika al gusto.

¡Ahora estás listo para impresionar a tus seres queridos con esta exquisita receta de Huevos Benedictinos! Disfruta de este desayuno sofisticado y delicioso.


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