Cuando alguien tiene muy claro un sueño, hace todo lo posible por alcanzarlo. Así fue la historia de Alejandra Sánchez Torres, Sous-Chef Ejecutiva de los restaurantes en W Punta de Mita, un puesto al que muy pocas mujeres en la industria han logrado llegar. 

Al día de hoy, encabeza la dirección en un conglomerado de restaurantes que dan vida a uno de los hoteles más exclusivos en Nayarit, W Punta de Mita, el famosísimo complejo hotelero reconocido por su “Camino Huichol” que es un tapete artesanal que recorre las instalaciones, desde la entrada de bienvenida hasta el pie de playa.

La Riviera de Nayarit ha visto nacer uno de los nuevos ‘hotspots’ del momento: Punta de Mita / Foto: Cortesía

La Riviera de Nayarit ha visto nacer uno de los nuevos ‘hotspots’ del momento. Punta de Mita se ha convertido en una de las zonas más exclusivas de la región, en la que famosos de la talla de Lady Gaga, Beyoncé y Justin Bieber han sucumbido ante la belleza y gran oferta cultural, natural y gastronómica de la zona.

Liderar un complejo de restaurantes del Hotel (Spice Market, Chevychería, Venazú, Salero y Snacks)  en una zona tan exclusiva –y, debemos de decirlo– exigente, que requiere de un esfuerzo monumental y de una gran capacidad de formar una familia que oriente el trabajo en la cocina.

Así pues, la Chef Alejandra Sánchez, con una trayectoria de casi 8 años trabajando en el hotel  ha conquistado la cocina y ha logrado que todo funcione a la perfección.

Este es en relato de pasión y determinación, que se teje desde los recuerdos de la infancia hasta los brillantes destellos de una carrera en ascenso.

Un sueño que surgió tras la puerta de servicio en una cocina de hotel

La Chef Alejandra Sánchez en este abril -en unas cuantas semanas- cumplirá su octavo año trabajando en los restaurantes de la cadena hotelera. / Foto: Cortesía

“Mi mamá tenía una florería y solíamos hacer entregas en diversos lugares. Una vez, me tocó acompañarla a un hotel. Entramos por la puerta de servicio, y fue entonces cuando me topé de frente con la bulliciosa cocina. Ver a los chefs, ataviados con sus clásicas filipinas blancas, moviéndose con determinación, me impactó profundamente“, relata con emoción.

Ese instante fugaz se transformó en un sueño claro y definido: ser chef de hotel. “Para mí, la comida siempre ha sido el núcleo de nuestras reuniones familiares. Desde rayar el queso hasta poner la mesa, cada detalle se realiza con cariño. Así que, desde ese momento, supe que quería formar parte de esa experiencia culinaria”, comparte con una sonrisa nostálgica.

El camino hacia la realización de su sueño de la Chef Alejandra Sánchez no fue fácil, pero cada paso fue una afirmación de su determinación.

A veces los inicios no son sencillos

Un tiempo después , la Chef Alejandra Sánchez recibió una invitación y decidió unirse al equipo de restaurantes de la cadena hotelera. Dejó la Ciudad de México y  emprendió una nueva búsqueda en las costas nayaritas.

Chevychería, restaurante a pie de playa en el que los comensales pueden disfrutar de exquisitos ceviches que no encontrarán en ningún otro lado, más que en estas costas nayaritas / Foto: Cortesía

Cumplir el sueño

Su primer rol fue como supervisora en uno de los restaurantes especializados del hotel, Spice Market, donde rápidamente demostró su destreza y pasión por la cocina. Sin embargo, el verdadero desafío llegó cuando fue llamada a liderar el restaurante mexicano (Venazú) del hotel, con sus múltiples turnos y exigencias logísticas.

“Aquí es donde me di cuenta de la diferencia entre trabajar en un restaurante convencional y en un hotel. La constante actividad, la gestión de equipos y la necesidad de perfeccionar cada detalle me enamoraron por completo”, confiesa con entusiasmo.

Pero su viaje no se detuvo ahí. También incursionó en el mundo banquetero, donde descubrió el verdadero valor del trabajo en equipo y el poder de los desafíos.

“Los banquetes fueron mi gran prueba de fuego, donde pude consolidar mi liderazgo y crecer como profesional. Cada experiencia, cada plato, fue un alimento para mi crecimiento”, reflexiona con gratitud.

Ahora puede decir que su pasión es la Cocina fusión mexicana, que se puede apreciar en los menús del complejo restaurantero. Tradicionales moles con especias asiáticas, ceviches con ingredientes tradicionales de la región –como camarón seco nayarita– o su aguachile que lleva un toque de salsa de soya, ambos imperdibles si quieres visitar sus restaurantes.

Actualmente la especialidad de la Chef Alejandra Sánchez Torres es la cocina mexicana fusión: con tintes de especias, ingredientes y sabores recuperados de otras cocinas internacionales. / Foto: Cortesía

Trabajar en un hotel es como cocinar para tu familia, pero mucho más potencializado

En palabras de la Chef Alejandra Sánchéz Torres, trabajar en un hotel no es solo cocinar, es una entrega total, una expresión de amor hacia los comensales desconocidos.

“Amo cocinar para mi familia, pero entregarte con ese mismo amor a una persona que no conoces es mucho más valioso, porque tienes que expresar mucho más. Tienes que detallar cada paso, perfeccionar cada sabor y la intención de cada ingrediente, porque si no no va a llegar proyectado a la mesa. Tienes que proyectarlo más”, explica con fervor.

Agrega con una sonrisa sincera, “Tu familia te quiere y te ama ya. Siempre te van a decir que está super rico, y a lo mejor le faltó un toque de acidez o algo, pero está el amor ahí. Al estar en un hotel o un restaurante, tienes que potencializar todos esos sentimientos y el cuidado a cada platillo”.

Al final del día, trabajar en una cocina tan exigente como lo es en un hotel “Es como cocinar para tu familia, pero multiplicado por mil. Cada plato debe ser una obra maestra, una experiencia inolvidable”, concluye, con la certeza de haber encontrado su verdadera vocación en las cocinas del W Punta e Mita.

Tras bambalinas: ¿Qué significa estar a la cabeza del equipo?

El equipo tras los cinco restaurantes del hotel se cuentra bajo el consejo de la chef Alejandra Torres. / Foto: Cortesía

“Es un trabajo bastante arduo, no es fácil”, reflexiona la chef con seriedad. “No voy a decir que todo es color de rosa, es un proceso.” admite sin una pizca de frustración. “Esa parte del que te vean con esta credibilidad, tienes que demostrarlo. Con trabajo, disciplina, entrega y amor”.

Reconoce que, especialmente como mujer en un entorno históricamente dominado por hombres, debe trabajar duro para ganarse la credibilidad y el respeto de su equipo.

Habla con aprecio sobre la juventud y diversidad de su equipo, enfatizando la importancia de cuidarlos y guiarlos no solo como jefa, sino también como una figura materna que lidera eso que son: más que un equipo, una familia. 

“Hoy en día, mi equipo es súper joven. Chicos desde 23 años a 28, los más grandes 30. Son chicos jóvenes. Hay que cuidarlos, una tiene que ser mamá y psicóloga. Tienes que escucharlos y apapacharlos, también existe la disciplina. Pero esa tú la vas encaminando cuando te ven a ti disciplinado. Con el ejemplo”, enfatiza con determinación. “A mí me preguntan ¿por qué usted se pone a lavar trastes? Porque los necesitamos. Esos pequeños actos, aunque sean básicos, les impacta”.

Además, reflexiona sobre el desafío de promover la igualdad de género en la cocina. Reconoce el papel crucial de sus colegas masculinos en su propio ascenso y busca fomentar un ambiente de trabajo equitativo y respetuoso.

La chef también destaca la importancia de mantener un equilibrio entre la vida laboral y personal en una profesión tan exigente como la gastronomía.

Aconseja a los aspirantes a chefs que se comprometan con su sueño, pero también reconozcan la necesidad de disciplina y dedicación para alcanzar el éxito.

“Sí es cansado, tienes que demostrar, pero todos tenemos esa tarea”, añade con determinación. “Como sociedad tenemos que demostrar de qué estamos hechos, tener ese compromiso para hacerlo y convertirlo en algo tangible”, concluye con determinación.