Comer queso es uno de los mayores placeres que puedo encontrar en esta vida. Pero no cualquier tipo de queso, tienes que saber elegirlos y encontrar un estilo que se adapte a tus gustos. Descubre cuáles son los quesos curados y conoce algunos detalles que podrían indicarte si te gustarían o no.
Los quesos curados son aquellos quesos que han sido sometidos a un proceso de maduración. Puede ser un proceso corto o muy prolongado, de esto dependerá su sabor, aroma y textura. Los procesos de maduración para los quesos curados, son entre 4 a 7 meses aproximadamente.
En el proceso de maduración, los quesos curados suelen perder agua, se vuelven más firmes y los sabores se concentran, lo que los vuelve más intensos. Durante el período de maduración los quesos son tratados con sal, bacterias, mohos o levaduras.
Algunos quesos curados pueden madurar por meses o incluso años, durante este período los productores tendrán que recurrir a un afinador.
El maestro afinador buscará matizar e intensificar las características organolépticas del queso para aplicarle una identidad propia. Todas estas prácticas de maduración de los quesos son de forma artesanal, no se pueden concebir de ninguna otra manera.
Durante la maduración, el afinador modificará las condiciones de temperatura y humedad adecuadas. En este período se suele airear el queso para tener un sabor uniforme y también se cepilla la corteza, para cuidar de agentes externos.
Los quesos curados suelen tener una textura densa, grasa y muy firme. Los sabores son más complejos y pronunciados, amplía la gama de matices más allá del ácido, ahora son quesos que pueden ser salados, dulces o inclusive con cierto picor.
La mayoría de los quesos curados se hacen con leche de vaca, oveja y cabra. Pueden usarse solas o hacer mezclas de leches. La diferencia que tienen los quesos curados con los semicurados es el tiempo de maduración, los semicurados suelen madurar solo entre 2 y 3 meses, lo que provoca un queso más suave.
Sabor intenso con matices terrosos, dulces y ligeramente salados. Suele tener una textura cremosa o granulado dependiendo del tiempo de maduración. El queso de oveja es alto en grasa y proteínas, así como calcio y Vitamina D.
Es de sabor suave y más dulce. Su textura es aún más suave que el de oveja y dependiendo de la madurez, es levemente elástico. El queso de vaca tiene nutrientes como calcio y vitamina B12, la cantidad de grasas y proteína varía dependiendo el tipo de vaca.
Tiene un sabor distintivo y picante, con potentes notas ácidas y terrosas. La textura es mucho más firme y como tierra. Pocos son los quesos curados de cabra que son cremosos o suaves. Es mucho menos grasoso, pero contiene una gran cantidad de Vitamina A y K.
Algunos quesos que suelen ser curados y que tienen denominación de origen son:
Queso de leche de oveja con un color obscuro y que suele madurar entre 6 y 11 meses. Queso dulce, intenso y equilibrado con textura mantecosa. Original de la zona de la Mancha en España.
Queso tipo azul que se prepara en la región de Asturias y que se suele hacer con leche de oveja, vaca o cabra. Queso intenso y de textura untuosa.
Un queso vasco que se hace con leche cruda de oveja, pero no cualquier oveja tiene que ser de la raza latxa o carranzana. Es un queso firme, granuloso y de sabor ligeramente ácido.
Ahora ya sabes cuáles son los quesos curados, aprende a maridarlos, hacer una tabla de quesos o disfrutar de una cena romántica inolvidable. Visita nuestro canal de YouTube donde podrás encontrar excelentes ideas que te sacarán del apuro, sea la comida del día o una cena familiar, nosotros te ayudaremos.