Para Massimo Bottura uno de los chefs más reconocidos en la historia, cocinar se trata de las emociones, el amor y la memoria. El italiano es uno de los más grandes exponentes de la cocina, un artista en el cuerpo de un cocinero. Adéntrate en la historia de uno de los personajes más carismáticos de la industria culinaria.
Bottura es un chef italiano, reconocido por la crítica y el gremio como uno de los mejores cocineros de la historia. Propietario de la Osteria Francescana, un restaurante galardonado con las tres estrellas Michelin y múltiples nominaciones a la lista de los 50 mejores restaurantes.
El chef italiano es el arquitecto de un proyecto sofisticado, contemporáneo e innovación. Aunque con un profundo respeto por la tradición de la cocina italiana y de su familia. Para Bottura el respeto a sus raíces italianas es lo más sagrado, pero ese acercamiento ha sido con curiosidad y creatividad.
De pequeño, el chef vivió con su madre y abuela, algo que lo impulsó directamente a vivir apasionadamente el mundo de la cocina. Nacido en Modena, mismo lugar donde se encuentra su restaurante, Bottura mostró un gran interés por la cocina.
A través de una larga carrera de la mano de chefs icónicos como Alain Ducasse, Ferran Adriá y Georges Coigny, el italiano pudo entender la gastronomía desde otra óptica. Algo que lo llevó a crear su propio restaurante en 1995, pues a través del arte, diseño y su enorme pasión por la tradición culinaria tenía un profundo interés por plasmar su propia visión.
Para Massimo Bottura el arte siempre ha sido parte integral de su vida como profesional. Su amor por el diseño y el arte, lo llevó a mezclar estos mundos con la cocina. En conjunto con su profunda capacidad creativa, fue una tarea sencilla.
Para Bottura todos estos años ha intentado “comprimir sus pasiones en algo comestible”. El arte fue parte clave para entender el mundo y eso lo plasmó en su estilo de cocina. Sus platillos suelen ser verdaderas obras de arte, un trabajo de creatividad y preparación previa para poder ejecutarlos.
El descubrimiento de la creación de las ideas siempre fue un tema de sumo interés para el chef. Bottura es un chef imaginativo y en ocasiones extravagante, algo que ha hecho que la crítica lo vea como una persona irreverente y en ocasiones arrogante. La realidad es que Bottura es un ser en constante transformación y un tanto incomprendido.
Además de su profundo amor por la cocina, el arte y el diseño, Bottura a través de Food for Soul, busca luchar en contra de las injusticias sociales. Food for Soul es una organización sin fines de lucro que tiene la misión de luchar contra el desperdicio de alimentos.
Además promueve la inclusión social a través de múltiples comedores comunitarios. Es un proyecto global que ha llegado, inclusive a México. Para Massimo Bottura, combatir los excedentes de producción y convertirlas en comidas nutritivas para personas en situación vulnerable es la oportunidad de devolverle a la sociedad un poco de esperanza.
“La cultura transforma”, es el lema de Food for Soul, un proyecto que se preocupa por otros, pues a final de cuentas la alimentación por medio de la gastronomía nos permite estar conectados como seres humanos.
“La cultura trae conocimiento. El conocimiento lleva a la consciencia. Cuando nos volvemos conscientes estamos a un solo paso de convertirnos en ser socialmente responsables. La cultura es la clave” .
Massimo Bottura a través de su cocina desafiante y creativa, libera un mensaje más allá de los fogones. La gastronomía debe ser un símbolo de respeto a nuestro pasado, pero siempre abierta a desafiar las normas de lo establecido y romper los paradigmas que nos atan. Bottura a través de su pasión nos muestra el camino para un mundo mejor por medio de la locura.