Seguro ya habrás escuchado hablar de la Kombucha, la bebida fermentada de moda que todo el mundo anda recomendando porque tiene muchos beneficios. Una bebida efervescente que promete ser de mucha ayuda para mejorar nuestra salud.
Aunque apenas la estamos conociendo por acá, en occidente, esta es una bebida muy antigua. Tal y como relata Kombucheria.com, en el año 414 a.C., un monje tibetano amante de la naturaleza llamado Kombu fue a la casa real del emperador Inkyo y le regaló el hongo de la kombucha. El emperador probó la bebida según las indicaciones y disfrutó tanto que quedó prendado de inmediato. A partir de ese momento se convirtió en un gran ‘kombuchista’. Recomendó la fabricación en todo su imperio.
El éxito se extendió rápidamente y así esta legendaria bebida lleva su nombre: kombucha, que traducido significa ‘té de Kombu’.
Es una bebida preparada con té negro y té verde, que se deja fermentar, hasta que llega a un punto efervescente. Tiene un sabor dulce y ácido a partes iguales.
Se elabora agregando cepas específicas de bacterias, levadura y azúcar al té negro o verde, y luego se deja fermentar durante una semana o más (1 fuente confiable). Durante este proceso, las bacterias y la levadura forman una película similar a un hongo en la superficie del líquido. Esta es la razón por la cual la kombucha también se conoce como té de hongos.
Los amantes del Kombucha afirman que esta bebida puede ayudar a tratar muchas enfermedades.
En China, la llaman la bebida de la inmortalidad y era el brebaje favorito de los samuráis. Aunque suene a una historia épica, la verdad es que la ciencia respalda la enorme importancia nutricional de esta bebida fermentada, cargada de probióticos naturales como ninguna otra.
La Helicobácter pylori, esa bacteria que puede traernos malas noticias estomacales, ¡no tiene chance contra la Kombucha! Gracias a sus probióticos, mantenemos a raya a este invitado indeseado en nuestro organismo.
La Kombucha no solo es experta en la guerra contra la bacteria, sino que también regula el tránsito intestinal y cuida la flora de nuestro vientre.
¿Quieres fortalecer tus defensas naturales? ¡Aquí entra la Kombucha! Llena de antioxidantes, mejora la oxigenación celular y te ayuda a mantenerte fuerte contra las amenazas externas.
Esta bebida no solo baja la presión arterial, sino que también mantiene a nuestros riñones en modo óptimo, ¡todo gracias a sus probióticos y a ser una fuente de hidratación de lujo!
La Kombucha no solo es una maravilla por su efecto laxante, sino que también juega un papel clave en prevenir problemas como la gota, la artritis y los cálculos renales. ¡Una verdadera desintoxicación para nuestro organismo!
Como todo en esta vida, todo en exceso es malo. En el sitio médico Mayo Clinic advierten de no abusar de esta bebida y de tener cuidado si decides prepararla en casa. Consumir kombucha puede causar malestar estomacal, infecciones y reacciones alérgicas en algunas personas. Especialmente si se consume en exceso o se prepara en condiciones de poca higiene, ya que pueden crecer bacterias perjudiciales.