Para nadie es un secreto que Puebla tiene una tradición gastronómica de la que se podrían escribir libros enteros. Los días navideños no pasan desapercibidos y la capital los celebra con un plato casero y reconfortante: los chipotles rellenos.
La receta varía de acuerdo a los gustos de las familias pero hay dos principales formas de prepararlos: con carne y con queso. Estos chiles son más grandes de lo normal -ya casi llegando al tamaño de los poblanos- y sus toques dulces ahumados los hacen muy especiales.
Lo más importante que hay que saber acerca de esta receta es que se debe estar atento al arranque de la temporada para conseguir los mejores ingredientes. Puebla es grande y muchas veces los chipotles de buen tamaño escasean.
Una vez hechas las compras, se prepara una conserva con piloncillo, especias y un poco de vinagre en la que se deben poner durante por lo menos cinco días para que los chiles tomen sabor.
Pasado el tiempo, lo que queda es pensar en un gran relleno que le haga justicia a semejante manjar. La salida más sencilla y monchosa es el queso fresco de cabra que, como buen plato poblano, deberá ser producido en el estado. La otra alternativa es un picadilli dulce de carne con frutos secos, parecido al relleno de los chiles en nogada.
Algo común pero no obligatorio en esta receta es el capeado de los chipotles navideños para que tengan un toque esponjoso. No deben quedar muy grasosos, más bien permitir al aire que haga de las suyas con la textura que se sumerge en un aceite hirviendo.
Ten paciencia, prepararlos toma tiempo pero no es nada complicado. Esta receta te rendirá para seis chiles.
Si quieres echarle más ganitas y amor a los chipotles navideños que solo una porción de queso de cabra, chécate esta receta muy fácil y cumplidora.
Un capeado tradicional no debe de ser un dolor de cabeza. Lo que sí es cierto es que ejercitarás mucho tus brazos en caso de que no tengas batidora. Puedes agregar harina de trigo para dar textura aunque no es estrictamente necesario.