México se llena de color y tradición durante los días 1 y 2 de noviembre para celebrar el Día de Muertos. Las festividades de cada estado, varían dependiendo de sus tradiciones regionales, ingredientes y recetas.
En Tabasco, la celebración a los muertos la llaman el Mes de las Ánimas y la creencia dicta que las reciben todo el mes de noviembre. La chef Lupita Vidal y el fotógrafo Jesús David, han hecho un registro y descripción de la festividad en su libro Agua y Humo.
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La chef Lupita Vidal (@cheflupitavidal) nos cuenta en su libro, cómo celebran a sus ancestros yocotanes.
Pág. 246 – 249: Durante el mes de noviembre, los ancestros yocotanes vienen de visita y andan rondando los pueblos y las casas donde vivieron. Sus familiares vivos les hacen ofrendas para agasajarlos y que estos rieguen sus bendiciones sobre las cosechas, los animales y los miembros de la familia, la cual se encarga de estar “refrescando” los altares con fruta pozol, uliche y otros platos ceremoniales.
Los altares suelen ser muy sencillos, algunos están decorados con hojas, otros solo con telas, las fotos de sus difuntos y las figuras de los santos y vírgenes de los que son devotos.
No todos los yocotanes ponen el altar a inicios de mes, pueden hacerlo cualquier día de noviembre, todo depende del tiempo, la disposición, la economía y la promesa que cada persona le haya hecho a sus ánimas.
En el altar siempre se coloca un recipiente con agua y una bola de chorote (pozol con cacao), que representa el corazón de la ofrenda.
En estas ofrendas no sólo comen los difuntos, también las visitas que al partir se llevan su Itacate de dulces y tamales. Los altares se refrescan hasta la noche del 29 de noviembre, cuando las ánimas se marchan guiadas por la luz de las velas y el copal del sahumerio.
Según las recopilaciones de José Francisco Jiménez, investigador de la cultura yocot´an, estos son los principales platillos que se acostumbra preparar durante el mes de las ánimas.
Cada plato refleja la conexión entre la vida y la muerte en la cosmovisión tabasqueña, resaltando el respeto y el amor hacia los que han partido.