Los residuos de comida en Corea del Sur se han logrado reciclar en un 97%, gracias a un innovador sistema que cobra por el desperdicio de comida.
Un estudio reveló cómo el país asiático se transformó en un ejemplo a nivel global de reciclaje de alimentos. Anualmente, Corea del Sur procesa cerca de 4,56 millones de toneladas provenientes de hogares, restaurantes y pequeños comercios. De esa cifra, 4,44 millones de toneladas se reciclan, lo que equivale a un 97,5% de residuos reutilizados.
En México un tercio del alimento producido se desperdicia, lo que equivale a 38 toneladas por minuto, que bien podrían alimentar a 25.5 millones de personas con carencia alimentaria, de acuerdo con el Banco de Alimentos de México (BAMX), organización de la sociedad civil sin fines de lucro.
La baja de los residuos de comida en Corea del Sur fue posible gracias a la implementación del sistema Weight Based Food Waste Fee, que lleva más de una década en funcionamiento.
El sistema obliga a los ciudadanos a pagar por la cantidad de residuos alimentarios que generan, con opciones como la compra de bolsas autorizadas para dejar los restos en la puerta de casa o máquinas que miden los desechos y envían la información a un centro de monitoreo.
Gracias a estas medidas, los surcoreanos han reducido significativamente su volumen de desperdicios, mientras que los residuos son aprovechados para alimentar ganado, fertilizar cultivos y producir biogás.
Existen diversas modalidades para implementar este sistema:
La implementación de este sistema ha traído consigo múltiples beneficios:
Si alguien desecha residuos de comida en forma no autorizada debe pagar multas. En el caso de los hogares las multas pueden superar los $70 dólares (1,300 pesos aprox), dependiendo de la frecuencia de la infracción.
En el caso de empresas, las multas pueden superar 10 millones de won surcoreanos, que equivalen a más de $7 mil dólares (135 mil pesos aprox).
Los desechos de alimentos son uno de los mayores contribuyentes al cambio climático, no solo por el metano sino también porque la energía y los recursos que se usaron en su producción y transporte también se desperdiciaron. Esta noticia nos hace ver que existe una luz al final del túnel, y nos hace ver que gracias a la implementación de buenas políticas es posible reducir el desperdicio de alimentos y promover la economía circular.