La Tierra gira alrededor del Sol y la humanidad alrededor del pan. La teoría heliocéntrica de Copérnico que Galileo Galilei ayudó a comprobar, fue el inicio de una revolución científica que nos ayudó como humanidad a comprender nuestro universo. Hoy esta teoría sirve como una gran inspiración para inaugurar la teoría “panocéntrica”, en donde el pan es nuestro eje por el cual se sostiene la humanidad. No solo nutre nuestro cuerpo, sino también nuestro espíritu. Conoce Galileo Panificio la panadería que pone a prueba esta teoría.
El consumo anual per cápita de pan en México es 33.5 kgs según la Cámara Nacional de la Industria Panificadora. Comer pan no es sólo una necesidad alimentaria, sino también cultural. Pero desde hace años, al menos en México, hemos optado más por un consumo industrializado que artesanal.
La panadería “de lo empaquetado” domina el mercado por su accesibilidad, precio y larga duración. ¿Pero qué hay de la calidad? Es aquí donde surge “La Resistencia”, aquellos que van en contra del volumen y que apuestan por productos de valor.
Galileo Panificio, es una panadería queretana que se resiste a producir por producir. Apuesta por volver a lo artesanal y auténtico. “Hacer pan no es meter todos los ingredientes a una máquina y picar un botón, es mucho más”, nos dice Rodrigo Serrat, que junto a Alexis Lemus son los orquestadores de este proyecto.
Alexis plasmó su sueño hace más de 6 años, un deseo que se venía forjando 10 años atrás. Originario de Chiapas, llegó a la Ciudad de México como licenciado en diseño, pero su sueño siempre fue ser panadero. Después descubriría que el diseño tendría todo que ver con la panadería.
Para Alexis, Galileo Panificio surge de la necesidad de reconocer el pan como un alimento de consumo diario que siempre había estado presente en el centro de las mesas, pero ahora eso ha cambiado.
“En esta actualidad en la que el pan está tan satanizado por el gluten, yo quiero que el pan vuelva a ser el centro de las mesas. Volver a girar alrededor de este. Galileo defiende la teoría heliocéntrica, yo la teoría “panocéntrica” dice Alexis.
La antigua tradición gastronómica de México dictaba que fuera en el desayuno, comida o cena, el pan jugaba un papel central en nuestra alimentación. Con los años se ha rezagado esta idea y ha perdido cierta relevancia comerlo.
Es así como surge Galileo Panificio, como una analogía de la teoría heliocéntrica comprobada por Galileo Galilei y sirve como una comparación de su deseo por defender la relevancia del pan en nuestras mesas como el centro de todo.
De manera orgánica Galileo Panificio creció, sobrevivió a una pandemia y actualmente tienen un claro objetivo, ser la resistencia y combatir la industrialización del pan. Rodrigo se unió al equipo hace un par de años y su incorporación consolidó el proyecto.
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Al igual que Galileo Galilei, Alexis y Rodrigo fueron experimentando y descubriendo, usando el método científico para crear una panadería original y diferente a las convencionales. “El alma de Galileo Panificio es experimentar, pero en una búsqueda constante por mejorar” dice Rodrigo Serrat.
De este amor por experimentar, nace Panocentria, la escuela de panadería de Alexis y Rodrigo. Un proyecto que nace con la intención de complementar el conocimiento que consideraban les hacía falta y de compartirlo con otros.
“Cada vez que nosotros aprendemos más del pan, nos damos cuenta que no sabemos nada. A diferencia de la pastelería, esto es trabajar con seres vivos, tan complejos como nosotros, las levaduras respiran igual y tenemos un metabolismo similar”.
Es una realidad que en México existe poco entendimiento por el valor de las cosas y una falta de educación con respecto al tema de la panadería, en específico.
“Otras ramas de la gastronomía están más estudiadas y tecnificadas en los últimos años, pero el pan siento que ha tenido un rezago. La panadería que se hace hoy es la misma que se ha hecho durante décadas”.
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Uno de los mayores retos para Galileo Panificio es que la gente piense en el pan como un producto industrializado. Ver al pan como un producto desechable, barato y que no tiene un gran valor pone en riesgo a muchas de las panaderías artesanales.
“Creemos que es un producto que tiene muchísimo valor y esa es nuestra labor, hacer notar a la gente que el pan puede ser un producto con muchas facetas. Diverso, versátil y culturalmente muy relevante”.
Galileo Panificio nace como una declaración, un deseo de contraponerse a lo establecido con pruebas y no hay mejor comprobación que la calidad en sus productos.
“Nosotros estamos en esta trinchera de ir en contra de esa vorágine que todo simplifica, todo estandariza y todo se hace rápido. Cada vez las empresas están tratando de tener menos dependencia de las habilidades de las personas y nosotros vamos al contrario”.
Galileo Panificio no se define como una panadería tradicional, pero tampoco como una de especialidad. Para Alexis y Rodrigo, su panadería es una plataforma que valora mucho la creatividad y la fomenta como si de arte se tratara.
La elaboración de pan al igual que el arte busca expresar cultura, identidad, el dominio de técnicas y la gran capacidad de transmitir emociones. Sus productos podrían resultar una obra de arte, pues a través de una expresión creativa plasman una notable sensibilidad artística.
“Vemos a Galileo como un escaparate de nuestras técnicas, nuestro arte y visión. Investigamos, debatimos y planteamos que sea una experiencia sensorial para la persona que lo come”.
Cada pieza está hecha a mano, en cada producto se ve el amor por la profesión y el respeto por el pan. Para que ellos puedan ofrecer productos de calidad, es necesaria una preparación previa que honre y valore la relevancia de los productos.
“Nuestra finalidad no es cambiar al mundo, ni hacer el pan más nutritivo, ni más digerible, ni más saludable sino ofrecer un producto de calidad, que a la gente le agrade. Es por eso que nosotros no nos hemos enfocado en abrir sucursales, al contrario, Galileo es nuestra pequeña resistencia en contra de la industrialización” comenta Alexis.
¡Con Galileo Panificio hasta el final! Atrincherados en nuestra zanja y con pan en mano, iremos a la guerra. Cada pieza, cada técnica y cada persona es un fiel recordatorio de la verdadera esencia de la gastronomía. Aquella que aboga por los sabores originales y por la herencia del aprendizaje compartido en comunidad.
Ubicados en: C. 5 de Mayo 177-A, La Santa Cruz, Santiago de Querétaro, Qro.
Horarios: de lunes a sábado de 9:00am a 9:00pm.
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