Este 10 de octubre amanecimos con la noticia que la escritora surcoreana de La Vegetariana, Han Kang, recibió el premio Nobel de Literatura de la Academia Sueca en reconocimiento a “su intensa prosa poética que afronta traumas históricos y expone la fragilidad de la vida humana”.
La academia publicó una entrevista telefónica con Han, en la que la autora agradece el premio y señala que desea “compartir el honor con los lectores coreanos y con mis amigos escritores”.
“I’m so surprised and honoured.”
2024 literature laureate Han Kang had just finished dinner with her son at her home in Seoul when she received the news of her #NobelPrize. We spoke to her – moments after she found out about the prize – about growing up with books, being the… pic.twitter.com/lZwdBgRwI8
— The Nobel Prize (@NobelPrize) October 10, 2024
Han Kang es una poeta y narradora surcoreana que se ha dado a conocer a través de novelas como La vegetariana y La clase de griego, y otro ensayo/crónica disponible en español, titulado Actos humanos.
Han de 53 años se ha convertido en la mujer número 18 en recibir el Nobel de Literatura. La última había sido Annie Ernaux en 2022.
La vegetariana es, al menos hasta ahora, uno de sus grandes títulos, ya que Han Kang ganó con su traducción al inglés el premio Man Booker internacional de ficción en 2016.
Han tuvo por primera vez la idea de escribir sobre la vegetación o las plantas cuando, siendo universitaria, se encontró con la cita: “Creo que los humanos deberían ser plantas”, del famoso escritor surcoreano Yi Sang.
La vegetariana, fue editado en en coreano en 2007, se basa en Yeong-hye, una esposa de vida convencional que despertaba de una pesadilla violenta con la necesidad de deshacerse de toda la carne que alimentaba a su familia.
A su alrededor, el mundo reaccionaba con una ironía resignada, pero Yeong-hye perseveraba y convertía lo que parecía una manía, un gesto irracional, en una forma de insumisión cultural.
No comer carne se convertía en una manera de desvelar todo lo que atenazaba a Yeong-hye: la represión sexual, el conformismo de clase media, la enfermedad mental, la presión social, la cosificación de las mujeres.
Para los crítico, el texto, contado en tres voces, añade capas de lectura mucho más contemporáneos: el cuerpo de sus personajes es el campo de batalla. La sexualidad aparece como una promesa de libertad, más onírica y poética que realista. Los sueños son imágenes artísticas, más que juegos de significado.
La primera parte es narrada por el marido de Yeong-hye, el señor Cheong, en primera persona. La segunda parte es narrada en tercera persona y se centra en el cuñado de Yeong-hye; y la tercera parte permanece en tercera persona, pero se centra en su hermana, In-hye, mientras habla esporádicamente en tiempo presente.
Las tres partes del libro se publicaron originalmente como novelas cortas separadas. Marca mongola se publicó en 2005, La vegetariana y Los árboles en llamas no se publicaron hasta dos años después. Por eso hoy en día a veces todavía se hace referencia a la novela como una colección de cuentos.
Han Kang se planeó escribir una cuarta historia desde la perspectiva del sobrino del protagonista, pero cuando terminó el tercer acto estuvo segura de haber concluido la obra.
“Mientras escribía La vegetariana, albergaba preguntas sobre la violencia humana y la imposibilidad de la inocencia. En el reverso del intento extremo de la protagonista Yeong-hye de darle la espalda a la violencia al deshacerse de su propio cuerpo humano y transformarse en una planta se esconde una profunda desesperación y duda sobre la humanidad”, declaró en una entrevista con Sarah Shin para The White Review.