Hablar de comida tailandesa siempre nos va a dejar con ganas de ir a recorrer las calles de Bangkok y conocer los aromas y sabores del sudeste asiático. Abundante, colorida y con historia, así es la comida en este país.
Como en el resto de Asia, el arroz es el hilo conductor y principal ingrediente. Sus sabores y preparaciones nunca son iguales, podemos encontrarlo en platos fuertes, cocinado en dulce e incluso para hacer vino.
Las influencias en la cocina en Tailandia corren principalmente a cargo de los indios y los chinos, de los cuales toman las preparaciones con arroz y los currys.
Que el arroz sea la base de su alimentación no es coincidencia, Tailandia es el mayor exportador a nivel mundial y es el cultivo más importante del país.
México y Tailandia tienen una relación gastronómica bastante peculiar. Gracias a la Nao de China que llevaba productos desde las Filipinas hasta la bahía de Acapulco en el Virreinato, hubo un gran intercambio de ingredientes con el sudeste asiático.
Nosotros recibimos el lychee y el mango. Ellos adoptaron frutas mesoamericanas como la papaya y la famosa fruta del dragón o pitaya.
Uno de los alimentos más apreciados y exóticos de este país es el mangostán, una fruta de composición similar a los rambutanes y lychees. Tiene muchas propiedades nutricionales además de ser uno de los mejores antioxidantes naturales.
Tailandia es uno de los paraísos de la comida callejera; caminando por Bangkok puedes encontrar prácticamente de todo y es una ciudad que se reconoce por ello.
Existen platillos que hay que comer in situ como un buen pad thai; también hay opciones, como decimos en México ‘para llevar comiendo’ como las brochetas.
Para que te des una idea, hay restaurantes enteros montados sobre las calles; son populares pues la mayoría de los apartamentos no tienen cocina y los locales tienen que comer fuera de sus casas a fuerza.
Por supuesto que también hay restaurantes en locales y plazas comerciales. De hecho, Bangkok es un destino gastronómico muy popular y sede de uno de los mejores del mundo: Gaggan.
Hay platillos típicos emblemáticos, pero sin duda la infinidad de combinaciones y recetas nos lleva a seleccionar los cinco que no debes dejar de probar si visitas Tailandia.
Tal vez el más conocido en el mundo para representar a la cocina tailandesa es el pad thai. Se trata de un platillo de fideos de arroz fritos. Además de la pasta tiene tres ingredientes fundamentales: la salsa de pescado, de tamarindo y azúcar de palma salteados en un wok.
Se le añaden camarones y vegetales al gusto para darle el toque final.
Este platillo es casi en su totalidad arroz, por lo que también es conocido como arroz congee (o congrí). Se prepara en vaporera y lleva huevo cocido o carne. Existe una versión dulce con frijoles rojos y azúcar que se sirve como postre.
Existen infinidad de recetas para preparar curry en Tailandia. En términos generales, la preparación es más líquida que los de la India y hay dos principales: el verde y el massam.
En el massam curry el ingrediente principal es es el cacahuate y se acompaña con arroz blanco, pepino macerado, echalote, azúcar y vinagre.
Este es uno de los más famosos y se prepara principalmente con ternera. Puedes encontrarlo con pollo, pato y cerdo también.
El verde se prepara con cilantro, albahaca y una masala que lleva más de siete especias.
Un platillo como estos siempre llevará arroz glutinoso o sticky rice al lado para equilibrar los sabores en tu boca.
Es una sopa de mariscos con un toque de leche de coco y lemon grass. Normalmente es picante por las especias con las que se prepara y el chile que se añade para darle profundidad.
A pesar del picor tiene un toque fresco con el jugo de lima y hojas de kaffir, un cítrico parecido al limón.
Es uno de los aperitivos que se encuentran en los puestos callejeros y son muy prácticos para llevarlos comiendo.
Esta brocheta está hecha de carne de cerdo marinada con cúrcuma y leche de coco el toque final es bañarla en salsa de cacahuate y ¡listo!
A diferencia de México, en Tailandia -y el resto del sudeste asiático- el arroz no se enjuaga antes de cocinar, por lo que los almidones hacen de las suyas. Al cocinarlo con leche de coco y mango toma una consistencia glutinosa, dulce e imposible de dejar pasar.
El mango sticky rice es el postre más fresco que encontrarás por los mercados de Bangkok y en toda Tailandia. El punto de dulzor lo dan tres elementos: el coco como líquido de cocción, el azúcar añadida y el mango como guarnición.
Se le añade leche evaporada, de coco o entera y su color es entre rojo y café. Una bebida especiada como los toques que tiene toda la comida asiática y puede ser caliente, frío o frappé.
Es el café clásico en Tailandia, imagínate el dulzor de un vietnamita pero además con soya, maíz y semillas de ajonjolí. Es un café especiado que se endulza con leche condensada y se le puede añadir leche evaporada.
También conocido como vino de arroz aunque su método de elaboración es más bien similar al de la cerveza. El porcentaje de alcohol es bajo, entre un 2.5 y 5% dependiendo de su presentación.