La unión entre queso y frutas puede resultar en uno de los mayores placeres. La combinación de estos dos ingredientes es perfecta, pues siempre deja a tu paladar sorprendido. Ya sea como una entrada, aperitivo, botana o un delicioso postre, esta unión llegó para ser una nueva tendencia. Conoce todo lo que tienes que saber para combinar a la perfección queso y frutas.
Resulta una experiencia gastronómica de contrastes de sabores y texturas, la unión entre queso y fruta, puede resultar en una excelente oportunidad para explorar tu paladar. Pero como toda gran invención, hay reglas básicas a seguir.
Foto: Una combinación que nació para estar por siempre unida/ Shutterstock
La regla inquebrantable para una perfecta combinación
Equilibrio de sabores: la combinación de sabores puede resultar en una experiencia gustativa muy especial, pero será importante conocer las características de los ingredientes. Siempre sigue esta regla: queso fuerte- fruta suave y fruta intensa-queso suave.
¿Cómo combinar queso y frutas?
Foto: Sigue estas recomendaciones y tendrás una mezcla de sabores sorprendentes/ Shutterstock
- Dulce o salado: nunca combines un queso muy salado con una fruta muy dulce, pues pierde el balance. Lo mismo pasará con quesos ácidos o grasosos.
- Acidez: las frutas de sabor ácido, como cítricos, funcionan con quesos de textura cremosa o muy grasosos.
- Cuidado con el sabor amargo: puede resultar en uno de los mayores aguafiestas, usar frutas que predomine este sabor como la toronja, bergamota e higo (fresco), puede resultar en un gran fracaso, pues la mezcla se vuelve más complejo.
- Aroma: combina frutas de aroma ligero (pera o manzana) con quesos de aroma suave (brie), esto ayuda a potencializar sus sabores (melón y queso azul). Lo mismo con quesos y frutas de aromas intensos. Nunca contrapuestos, pues la combinación perdería potencia y se opacaría el uno al otro.
- Humedad: un queso seco como el parmesano funciona bien con frutas jugosas, como el kiwi. Mismo con los quesos cremosos, como el mascarpone, en combinación con frutas con más fibra, como el melocotón.
- Madurez: tanto del queso como de las frutas (frutos secos), puede resultar en una interesante combinación de texturas y sabores más añejos.
- Otras presentaciones: amplia tu imaginación, no uses solo frutas frescas, las mermeladas, compotas y frutos secos pueden resultar una atractiva combinación. Ejemplo: mermelada de higo, frambuesa, arándano o chabacano.
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10 combinaciones clásicas entre queso y frutas que no te puedes perder
Foto: Queso feta y sandía, una combinación de gran sabor, con texturas diferentes y complementarias/ Shutterstock
- Queso Crema y Mermelada de Frambuesa: puedes acompañarlo con un pedazo de pan neutro, es un sabor muy sencillo pero clásico. Ideal para postres o aperitivos con un toque salado como una rebanada crujiente de tocino.
- Queso Fresco y Melocotón: un postre sencillo y ligero que también puede funcionar como una entrada con un poco miel, para los amantes de lo dulce.
- Queso Manchego e Higo fresco: a pesar de ser una fruta fresca difícil de combinar, el sabor intenso del queso potencia sus notas ácidas y amargas. Ideal para una botana de media tarde o entrada. También puedes usar un queso de cabra y unos hilos de miel.
- Queso Azul y Manzana Verde: ambos de sabores ácidos muy intensos que se ayudan a neutralizar entre sí. Como pequeños bocados para una entrada o una ensalada, esta combinación es perfecta.
- Queso Feta y Sandía: una ensalada clásica que puedes disfrutar en un día caluroso. Fruta con gran cantidad de agua y queso semiseco.
- Queso Gouda y Pera: perfecto snack para una reunión con niños, de sabores ligeros y neutros. Ni muy dulces, ni muy ácidos, ni muy secos, ni muy untuosos. El punto medio en su máxima expresión.
- Queso Brie y Manzana asada: lo mejor para una ensalada, un postre o un aperitivo fácil. Aquí estamos dando prioridad a la textura y a potencializar el sabor acaramelado de la manzana, algo que le viene a un queso muy graso.
- Queso Mozarella y Melón: un clásico de los clásicos, lo has notado en ensaladas o en pequeños aperitivos con jamón serrano. Ambos ingredientes húmedos dan un sentido de jugosidad y ligereza.
- Queso Ricotta y Plátano: combinación sencilla y que no tiene un sabor intenso, simplemente neutro, ligeramente dulce. Perfecto para desayunar, untado en un pan o como un postre rápido.
- Queso Camembert y Frutos del Bosque: ambos de sabores ácidos y ligeramente dulces, son una combinación ideal para botanear con una galletitas. Si prefieres los sabores menos intensos, combínalo con una mermelada de moras o frambuesa.
Foto: Sigue las reglas inquebrantables para mezclar el queso con fruta/ Shutterstock
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Combinaciones de queso y fruta que no conocías, pero que pueden resultar en perfectos acompañantes. Sea para desayunar, brunchear, de entrada en una comida o cena, para botanear o de snacks ligeros, estas combinaciones serán perfectas para cualquier ocasión.
La unión entre queso y fruta, una combinación que nació para estar siempre unida. Para más recomendaciones, consejos y recetas, sigue nuestro canal de YouTube.