Sean de Austria o de Italia, las milanesas ya forman parte del menú cotidiano de cualquier familia latina. Carne empanada y frita, es un platillo que convence a cualquiera. Una comida del hogar que evoca nostalgia a cualquier alma dura, comidas familiares y del día a día, difícil de olvidar. Para seguir con la tradición, aquí te dejo el paso a paso de cómo preparar milanesa de pollo, las dejarás jugosas por dentro y crujientes por fuera.
Si deseas una versión más saludable, en una sartén grande y con mucho menos aceite puedes darle una cocción menos grasienta. El aceite debe cubrir todo el sartén. No quedará del todo crujiente, pero te aseguras que quede más saludable.
Sin necesidad de aceite, las milanesas tendrán una textura perfecta. Si deseas podrías agregarle unas gotas de aceite de oliva para darle más sabor, gusto antes de que vaya a concluir la cocción. Más o menos 15 minutos para tenerlas listas.
Así es como las cocina de forma tradicional en Austria, se meten al horno y se rocían con un poco de aceite. Así añades la grasa suficiente para una fritura correcta y mucho más saludable. Puedes usar un atomizador y rociar con un poco de aceite que cubra toda la superficie.
Sea de pollo, cerdo (schnitzel) o de res, el corte de carne debe ser similar. Para el pollo tiene que ser un corte jugoso y levemente grueso (pechuga de pollo), mientras que para el cerdo y res, se recomienda sea un corte delgado y tierno (sirloin o lomo).
Puedes pedirlo así en la carnicería o hacerlo por tu cuenta, con un aplanador o rodillo darle unos golpes a la carne para dejarla de mínimo 5 cm de grosor, una actividad muy revitalizante.
La clave para una milanesa perfecta está en el empanizado. No quieras escatimar, el pan rallado debe cubrir toda la carne si deseas una textura crujiente. Primero una leve cubierta de harina, después el huevo batido y para cerrar el pan molido. Puedes hacer estos tres movimientos las veces que quieras, entre más lo hagas, mejor cubierta quedará y más gruesa la milanesa será.
A 180°C, el aceite debe estar a una temperatura perfecta para que se fría rápidamente por fuera y por dentro tenga la cocción adecuada. Elige un aceite vegetal como girasol o canola, pues tienen puntos de humeo altos. No dejes de darle la vuelta para tener una fritura pareja, 3 minutos por cada lado.
Dale unos minutos para que los jugos internos de la carne se restablezcan y que el aceite excedente escurra. Darle unos minutos de reposo permite que tenga una temperatura agradable para comer.
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