Oaxaca, tierra mágica y emblemática. Aquí todo lo que se respira es cultura y tradición. La comida no es solo una necesidad diaria, es una expresión de identidad que se reconstruye todos los días. Las festividades de la región son una celebración cultural de las tradiciones oaxaqueñas, un llamado a preservar la diversidad de generación en generación. Te invito a que hagamos un recorrido por la comida local con esta ruta culinaria en Oaxaca para disfrutar la Guelaguetza.
Sabores únicos se pueden degustar en el estado, la comida tradicional oaxaqueña es una de las cocinas más representativas de México. Esto lo puedes observar en su máxima expresión, cada año durante la Guelaguetza, la cual empezó este 22 de julio y concluye el 29. Ingredientes y técnicas de preparación reflejan la riqueza cultural del estado.
Una celebración que permite a los oaxaqueños sumergirse en sus propias tradiciones y preservarlas. Platillos icónicos y bebidas tradicionales pueden ser probadas en esta época del año. La gastronomía de Oaxaca es un fiel reflejo de su gente y las condiciones geográficas de la región.
Descubre en este recorrido las tradiciones culinarias de Oaxaca más relevantes con nuestra ruta culinaria de fin de semana para disfrutar la festividad de la Guelaguetza.
Al llegar a la ciudad notarás que sus calles despiden aromas constantes. La gastronomía de Oaxaca se vive en el hogar, pero también en las calles. Empieza esta aventura con una tlayuda, probablemente lo más relevante de esta ruta culinaria para disfrutar la Guelaguetza.
Viernes por la noche, la cena está servida. La tlayuda tradicional es una tortilla de maíz de casi 30 cm. Esta se suele dorar en el comal, lo cual le da una dureza poco convencional y quebradiza. Después la cubren de asiento de puerco, quesillo, lechuga y tasajo, acompañado de su rabanito. Una verdadera delicia que no puedes dejar de probar en tu aventura.
Si no la preparan de esta forma, no estás probando la verdadera esencia de la comida oaxaqueña. Las demás, son versiones que han sido inventadas para atrapar al turistas, deliciosas pero no tradicionales. Puedes probarlas en el Comedor María Alejandra (Mercado 20 de Noviembre) o en Sabor Antiguo, un restaurante familiar.
Inicia el día, será uno largo pues la Guelaguetza se vive al máximo, así que desayunar bien, será necesario. Un clásico de la comida típica de Oaxaca son los tamales, masa envuelta y rellena de diversos guisos que se cuece al vapor. Busca uno de chapulin, chepil o mole, esos te dejarán más que animado y con toda la energía para seguir bailando.
El Mercado de la Merced será tu sitio indicado, existen muchos puestos de comida típica en donde podrás disfrutar un tamalito caliente. Acompáñalo con un café de olla, chocolate o mejor aún, tejate. La bebida está hecha de cacao y maíz, refrescante y con muchos beneficios para la salud. Una bebida prehispánica que es fiel representante de la gastronomía de Oaxaca. Pregunta por el pan de yema, luego me agradeces.
Para la comida sentarse será necesario, La Guelaguetza es una festividad con múltiples eventos, así que tendrás que estar en constante movimiento. Después de un largo recorrido y calles empedradas, las rodillas empiezan a fallar.
Un restaurante será tu mejor opción, Alfonsina, un restaurante con recetas que han pasado de generación en generación. Cocina de traspatio que ofrece comida casera y familiar, con alimentos de alta calidad que enaltecen la cocina mixteca.
Aunque es comida de temporalidad, podrías disfrutar de los clásicos: mole negro o algunos de los 7 moles de Oaxaca. Después de esta parada necesaria, tendrás la oportunidad de disfrutar de un postrecito típico, el nicuatole, una gelatina de maíz, podría ser una gran alternativa.
Para la cena nada mejor que ir a una mezcalería, un momento perfecto para vivir una experiencia típica y gozar de la fiesta oaxaqueña. Una bebida elaborada con maguey cocido, del cual se hace una destilación y tiene un proceso muy artesanal. Sabina Sabe y Los Danzantes son opciones perfectas para degustarlo.
Para esa maldita cruda, después de tanto mezcal y baile, nada mejor que unas deliciosas memelas, bañadas en harta salsa para desayunar. Grasa y masa para desaparecer la resaca. Las memelas son una especie de sope, una pequeña tortilla de maíz, ovalada y untada de manteca, frijol, queso y mucha salsa. No te puedes perder las Memelas de Doña Vale, uno de los sitios más icónicos de la ciudad.
Por la tarde y para irse despidiendo de este gran viaje de fin de semana, nada mejor que ir al icónico Pasillo de Humo en el Mercado 20 de Noviembre. Aquí podrás disfrutar del clásico tasajo, un ingrediente representativo de la comida oaxaqueña. Asado al momento, el tasajo es un corte de carne de res muy fino que se deja secar al sol.
Se acompaña de “chiles de agua”, cebollitas y tortillas. En el mercado, los carniceros tienen su anafre para que una vez que la compras, puedas prepararla al momento. Un ritual gastronómico de la ciudad que debes experimentar.
La gastronomía de Oaxaca, es amplia y muy diversa, esta es solo una pequeña muestra de lo que puedes hacer. Tu recorrido culinario por esta ciudad podría ser de días, semanas o inclusive meses. Una ciudad con una riqueza culinaria incomparable.
Para disfrutar de la Guelaguetza y de todos sus placeres tendrás que empezar por la comida típica del estado. Esta ruta culinaria en Oaxaca, es la oportunidad de conocer su cultura a través del paladar. Su historia y tradiciones, se viven en cada platillo y bebida, un hermoso reflejo de una poderosa identidad.