drag_handle
la fruta milagrosa tiene la capacidad de hacer que la comida ácida o agria tenga un sabor dulce, gracias a un compuesto llamado miraculina/ Foto: lafrutamilagrosa.com

Zafrú, la fruta milagrosa que convierte sabores ácidos en dulces

Por Paulina Figueroa

¿Sabías que existe una fruta milagrosa conocida por hacer que los alimentos sepan más dulces? Fue registrada en 1664 por el capitán de barco francés Chevalier de Marchais. A continuación te cuento un poco más sobre esta baya africana y su uso dentro de la cocina.    

La historia dice que las tribus africanas acudían a unos arbustos para recolectar unas pequeñas bayas rojas que masticaban por segundos, expulsando las semillas, para después comer logrando mejorar el sabor de los alimentos y de las comidas ácidas y agrias que ingerían, aportándoles un toque dulzón en cada bocado.

La fruta mágica es capaz de transformar el sabor de los alimentos de forma casi mágica.

La fruta mágica es capaz de transformar el sabor de los alimentos de forma casi mágica/ Foto: @BuhoFundacion

Por si te interesa: Uchuva: una de las frutas exóticas con grandes propiedades nutricionales

Efectos de la miraculina

La fruta africana conocida como “la baya milagrosa” proviene de una planta llamada Synsepalum dulcificum y de acuerdo al periodista de la BBC, Michael Mosley, “no tiene nada que ver con ningún otro edulcorante”.

Mosley realizaba la serie para BBC: Tomorrow’s Food (La comida del mañana) cuando fue invitado a probar la fruta milagrosa por lo que señaló que “no funciona haciendo que los alimentos sean más dulces, sino haciendo que sepan más dulce”.

 la fruta milagrosa tiene la capacidad de hacer que la comida ácida o agria tenga un sabor dulce, gracias a un compuesto llamado miraculina.

la fruta milagrosa tiene la capacidad de hacer que la comida ácida o agria tenga un sabor dulce, gracias a un compuesto llamado miraculina/ Foto: lafrutamilagrosa.com

Esta “fruta milagrosa” contiene una molécula llamada miraculina, la cual se adhiere a las papilas gustativas de nuestra lengua, cambiando su forma y haciendo que los alimentos ácidos y amargos tengan un sabor dulce.

“Cuando la proteína que contiene su piel entra en contacto con las papilas gustativas, las altera durante una media hora, haciendo que todos los sabores ácidos se transformen en dulce”, cuenta Raquel Salazar, Ingeniera Agroindustrial y de Alimentos, co-CEO de Zafrú Fruta Milagrosa, principal productor de esta fruta en Ecuador.

La fruta debe consumirse previamente a la ingesta de alimentos amargos y no añadiendolo como ingrediente a las comidas, señala el periodista Mosley. 

Uso de la baya milagrosa

La escritora gastronómica, Lucía Díaz Madurga, indica que la baya es perfecta para la preparación de platos que incluyan ingredientes ácidos: ensaladas de frutas, bizcochos, tartas, zumos o smoothies son algunas de las elaboraciones en las que se pueden probar, además de todo tipo de ceviches, tiraditos, cremas, ensaladas o zumos. 

Recomienda que una vez de prepararla y antes de comerla, se debe masticar bien la fruta milagrosa, al menos 20 segundos, para que, en cada bocado, todos esos sabores ácidos, se transformen en dulces en nuestras papilas gustativas.

La "fruta milagrosa" ha capturado la atención de la comunidad científica y nutricional.

La “fruta milagrosa” ha capturado la atención de la comunidad científica y nutricional/ Foto: Clarín

La llegada de la fruta milagrosa a Latinoamérica

Se trata de una baya originaria de la costa oeste de África, concretamente, de gran parte de los países que rodean el Golfo de Guinea (Costa de Marfil, Benín, Nigeria, Camerún, Togo, Gabón y Congo), además de República Centro Africana y República Democrática del Congo, indica el medio El País.

Esta baya milagrosa ha permitido a la gente local consumir alimentos como pan de maíz acidulado, frutas inmaduras, vino de palma o cerveza local, sobre todo, en el caso de lugares donde el agua no es potable. 

Hace 65 años la baya milagrosa llegó a Latinoamérica. Donald Brainar la llevó a Ecuador y en 1991 Valerio Tapia le compró un arbusto a Brainar para reproducirla, cultivarla y liofilizarla para mantener sus propiedades intactas, explicó Raquel Salazar.