Los tamales forman parte de la gastronomía mexicana, tal es así que hasta tenemos un día dedicado a comer este manjar de los dioses. Cada estado o región de la República Mexicana cuenta con una preparación exclusiva, este es el caso de los tamales de cabecita de perro, típico del estado de Veracruz.
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La palabra tamal es de origen náhuatl y significa envuelto. Los tamales tienen su origen en el México prehispánico y se dice que eran un alimento para las grandes fiestas, también se preparaban para agradecer la fertilidad de la tierra, en cualquier evento social y como ofrenda a los muertos. Este tamal era más firme y apelmazado, elaborado con verduras como calabaza, chile y maíz, productos tradicionales de nuestro país, de acuerdo con el Gobierno de México.
El tamal es un platillo que tiene como base la masa de maíz con manteca de cerdo, relleno de diversos ingredientes, cocido en hojas de maíz, plátano, carrizo, chilaca o papatla.
Los tamales de cabecita de perro son preparados con carne de cerdo, contrario a lo que sugiere su nombre, y son originarios de la región de Tlacotalpan, Veracruz y su consumo se extiende hacia el sur del estado.
Se especula que el nombre proviene del parecido del color del tamal con el de la cabeza de un perro o bien, que se les dice así por la forma que adquieren al ser envueltos, señala Infobae.
Para su preparación, se bate manteca a la que se le añade chancasto (chicharrón), piloncillo o azúcar, anís y masa; una mezcla de sabores dulces y salados. Se suelen acompañar de café de olla.
INGREDIENTES
PREPARACIÓN
PARA EL RELLENO
Tritura el chicharrón con ayuda de una licuadora o procesador de alimentos.
Ralla el piloncillo.
Hierve agua y añádele las estrellas de anís, dejando que la mezcla repose después de hervir.
PARA LA MASA
Bate la manteca de cerdo hasta que se suavice. Agrega gradualmente la masa y mezcla ya sea con las manos o con una espátula.
Una vez que la masa sea manejable, añade el polvo para hornear y el chicharrón molido, amasando un poco más para integrar bien.
Puedes incorporar pasas al gusto. Forma pequeños molotes o bolitas con la masa y colócalos sobre las hojas de maíz previamente hidratadas con agua.
Envuelve cada porción con la hoja, asegurándola en los extremos con tiras de la misma hoja, imitando la presentación de un caramelo.
Agrega agua a la vaporera y coloca los tamales en su rejilla. Cocínalos al vapor por un lapso de media hora, si la masa se despega de la hoja de maíz es indicador de que están listos.