Tenemos que decirte la verdad: la primera vez que los hagas te puedes enfrentar a varias preguntas y cometer algunos errores, pero para que tu experiencia sea buena, te traemos una receta para hacer frijoles desde cero y unos trucos para que te queden de leyenda.
Las legumbres son alimentos que nos encantan porque están llenas de proteínas y carbohidratos, además son llenadoras, económicas y las puedes preparar de mil maneras.
Como sabes, las legumbres se consumen, la mayoría, cuando están maduras, es decir, duras.
Entonces, ¿cómo transformar un frijol con la firmeza de una piedra en un puré para comer con totopos? La respuesta es sencilla: agua, tiempo y paciencia.
Un beneficio que notarás en los frijoles y el resto de las leguminosas es la gran capacidad de absorción de líquidos que tienen.
Al dejar remojar por mucho tiempo en agua estos productos, su tamaño se duplica y rinden más de lo que aparentan.
Para dar sabor a los frijoles debes volver al punto de la absorción. Si salas el agua del remojo quedarán duros, pues una de las propiedades de la sal es retener líquidos y detener este proceso de duplicación. Siempre agrégala ya cocidos y que sea mucha.
Hace un siglo, hacer frijoles era mucho más laborioso que ahora, aunque es común que se siga el procedimiento.
Para ahorrar tiempo y esfuerzo agradecemos al inventor de la olla exprés por todo lo que hizo por nosotros.
Aunque creas que es una labor inútil no se te olvide revisar los frijoles antes de remojarlos. Siempre viene alguna piedrita que puede arruinar tu guiso porque esas no se suavizan con la cocción.
Aquí te platicamos cómo preparar frijoles tanto de la forma tradicional como en olla exprés, y unos truquillos para darles un sabor delicioso.
Revisa los frijoles. Los que estén rotos, quítalos. También te recomendamos darles un primer baño para que no tengan tierra ni suciedad.
Existen muchísimas recetas para cocinar con frijoles. Para aprovechar el líquido que queda en la cocción puedes agregar chorizo, tocino y chile para hacer frijoles de olla.
Si lo que se te antoja es hacer frijoles refritos, en un sartén pon un poco de aceite, saltea cebolla y agrega los frijoles. Con una prensa, machaca los frijoles y sazona. También a este formato puedes agregar chorizo o chilorio ¡para unos molletes de campeonato!
Si se te antoja una sopita de frijol para el frío, sigue el mismo proceso para hacerlos refritos; después agrega caldo de pollo, juliana de tortilla frita y tendrás algo muy rico y reconfortante.
Si los escurres y dejas enfriar, pueden ser un gran elemento en ensaladas.
¡Anímate a experimentar con lechugas, betabel y vinagreta casera!
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