Marilyn Monroe fue una actriz y modelo estadounidense que a pesar de haber fallecido hace más de 62 años continua siendo un icono vigente. Cinco meses antes de su trágica muerte, realizó un viaje al entonces Distrito Federal y visitó una taquería, ubicada en el Centro Histórico, que hasta la fecha continúa en pie.
El lazo entre Monroe y México viene por su madre Gladys Baker Monroe quien nació en Piedras Negras, Coahuila. También se sabe que Marilyn visitaba con frecuencia Ciudad Juárez donde se encontraba con Frank Sinatra para divertirse.
Su ultima visita a nuestro país fue en febrero de 1962 cuando fue invitada a la casa de ‘El indio’ Fernández. De acuerdo con el libro El último amante de Marilyn Monroe, de Xavier Navaza, la actriz sostuvo un noviazgo con el guionista y director de cine mexicano, José Bolaños Prado, con quien estuvo en esa visita al DF.
En los salones del emblemático restaurante “El Taquito Taurino”, ubicado en la calle del Carmen 69 en el Centro Histórico de la CDMX, una de las fotografías que más destaca es aquella de blanco y negro en donde Marilyn Monroe sosteniendo un taco.
El emblemático lugar también fue visitado por María Félix, Jorge Negrete o Fidel Castro, entre muchos más. De acuerdo con el sitio, la rubia llegó de manera sorpresiva al restaurante acompañada de Emilio ‘El Indio’ Fernández y periodistas.
Durante su visita, la actriz tomó margaritas, pidió sopa de médula, mole poblano y tacos de gusano de maguey.
Filete de ternera, cordero o un hígado acompañado de zanahorias crudas, era uno de los platillos preferidos de Monroe, declaró en una entrevista que concedió en 1952 a la revista Pageant, que el diario El País cita en una nota,
“Empiezo por calentar una taza de leche en el camping gas que tengo en mi habitación de hotel. Cuando está templada, rompo dos huevos en la leche, la bato con un tenedor y me la voy bebiendo mientras me visto. Lo suplemento con una pastilla de multivitaminas”, declaró.
También se daba algunos gustos, en especial al momento del postre. “Menos mal que como poco durante el día, porque tengo el hábito de parar en la heladería y me compro un ‘hot fudge sundae‘ (helado, frutas secas, crema, chocolate caliente y agregados) cuando vuelvo de mis clases nocturnas de arte dramático”, reconoció. “Estoy segura de que puedo permitirme este capricho, ya que mi dieta está compuesta casi totalmente de proteínas”, agregó la rubia.