Pocas cosas lucen tan poco apetitosas como los percebes, crustáceos que realmente parecen salidos de una película de ciencia ficción. Más allá de su horroroso aspecto, los percebes son uno de los mariscos que no puedes dejar de probar. Apreciados por sus grandes propiedades, codiciados por su gran sabor y muy cotizados por su limitada recolección. Conoce qué son los percebes y descubre la magia de un alimento que su belleza está en el interior.
Inmóviles, adheridos a una roca constantemente golpeada por las olas del mar. Así viven los percebes, hasta que aparece un suertudo recolector, en ese momento, un adinerado recolector, que los arranca trabajosamente de su exilio permanente.
Los percebes son una especie de crustáceos que se desarrollan en las rocas abatidas por el mar. Son hermafroditas y se alimentan gracias a la filtración de nutrientes que obtienen de la roca y el agua del mar.
Está compuesto de dos partes, una negra y rugosa, llamada pedúnculo, la cual se fija a la roca y la parte superior, la cual parece una uña blanca, la cual lo protege de secarse y un gran protector de los órganos internos.
Contienen una gran cantidad de vitamina B12, magnesio, potasio, fósforo y especialmente calcio. Su consumo motiva el buen funcionamiento del sistema nervioso y del sistema inmune.
Estos animales son considerados como uno de los alimentos más tradicionales de la cocina marítima de países como Francia, España y especialmente Portugal. No se pueden criar, debido a las condiciones climáticas necesarias para su desarrollo, es un alimento exclusivo para recolección.
El norte de España y las costas de Portugal, son los entornos perfectos para el desarrollo de estos animales. Aguas frías, picadas y con abundantes rocas. Los mejores lugares para encontrarlos serían acantilados e islas, en donde los llamados percebeiros (recolectores de percebes) los hallarán.
Esta es una profesión de alto riesgo. Aquellas personas deben llegar a lugares casi inaccesibles y con condiciones muy adversas, para poder recolectar a los percebes. Al ser animales que se desarrollan en circunstancias climáticas complejas, es difícil acceder a ellos.
La marea alta, resbalones y la impetuosidad del mar, pueden ser motivos para una trágica muerte. El trabajo está lleno de riesgos, con una gran probabilidad de morir, cerca de 5 personas al año mueren por tratar de recolectarlos.
Es un trabajo estacional, pues la mejor época del año para acceder a ellos es durante Noviembre y Febrero. Solo se puede recolectar cuando está la marea baja y las rocas, que están sumergidas en el mar, aparecen llenas de este delicioso manjar.
Además de su delicioso sabor, ese es el principal motivo de su alto costo, pues pocos días al año se puede acceder a ellos y realmente son difíciles de recolectar.
Medio kilogramo de estos percebes puede llegar a costar más de 100 dólares en cualquier mercado. Esto lo hace uno de los productos marítimos más caros del mundo, casi 7 veces más caro que el precio de una langosta.
Se suelen cocinar hervidos con poca sal, lo que se busca es apreciar el sabor auténtico del producto cosechado. Con menos de 2 minutos bastará para tener un producto tierno y muy jugoso. En ocasiones se acompañan de aceite de oliva y también suelen ser preparados a la plancha.
Para comer los percebes es necesario retirar la pezuña blanca y la cáscara negra, la base está llena de carne, la cual tiene un sabor ligeramente parecido a la langosta y a los mejillones. La carne es firme y abundante. Uno de los productos más cotizados en el mundo,