La leche es uno de los alimentos ideales para empezar la mañana. Tiene una gran cantidad de nutrientes que te ayudarán a cuidar tu cuerpo, pero ¿sabías que existe una súper leche? La leche fortificada funciona como una gran alternativa alimentaria. Descubre qué significa que la leche esté fortificada y cuáles son sus beneficios.
La leche fortificada es aquella leche que adicional a los nutrientes que tiene se le añade otros que normalmente no tiene. Es decir, es una leche modificada con la intención de cubrir carencias nutricionales que pueden tener de forma natural.
La leche convencional contiene proteínas, lactosa, lípidos, fósforo, calcio, vitamina A y vitamina B12. Es un alimento muy completo que aporta nutrientes de diferentes grupos para proteger a tus huesos y dientes.
A pesar de ello, carece de otros nutrientes necesarios como la vitamina D o sal (yodo). Pero sobre todo carece de otros componentes como los ácidos grasos (omega 3), es por ello, que ante esta falta de nutrientes se le añaden con la intención de tener un alimento más completo y fortificado.
Este tipo de leches son utilizadas para reducir la malnutrición, es un sustituto empleado cuando las personas no tienen acceso a una alimentación balanceada en su dieta. La leche fortificada ayuda a proteger los niveles justos de nutrientes especialmente en vitaminas y minerales.
Al mantener buenos hábitos de salud, la leche fortificada puede ayudar a reforzar un consumo adecuado de nutrientes. La realidad es que, solo consumir alimentos fortificados no ayudará a solucionar los problemas de alimentación.
Es un alimento de prevención que puede reducir los riesgos, pero seguirán presentes ante una nutrición “poco adecuada”. Además de la leche existen otros alimentos fortificados, a los cuales se añaden nutrientes para hacerlos más valiosos. Las más conocidas son las bebidas vegetales (soja, coco, arroz, etc.) que pueden no tener todos los nutrientes necesarios.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda este tipo de alimentos fortificados, pues el consumo de estos, sobre todo en personas con una dieta insuficiente, ayuda a reducir las probabilidades de anemia. Niños y adultos mayores, son los principales beneficiados del consumo de estos productos.