¿Cuántas veces has tenido que tirar la fruta porque te sale en mal estado? Evitemos a toda costa el desperdicio de alimentos, es por ello que te traigo unos trucos fáciles para elegir el mamey más dulce.

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El mamey además de ser maravilloso para hacer licuados, helados y un sinfín de postres, es muy sana. Es rico en hierro y fósforo, ambos minerales esenciales para la correcta nutrición de nuestro cuerpo.

El mamey es una fruta originaria de Mesoamérica no solo es súper sabrosa, también es muy saludable/ Foto: Shutterstock

Por si fuera poco, tiene un alto contenido de vitamina A, fundamental en cuanto a la formación y mantenimiento de la piel, el pelo y las membranas de las mucosas. Entre sus beneficios están que promueve el crecimiento de los huesos, y ayuda a tener una vista sana.

Sabías que el hueso de mamey es un ingrediente de la cocina prehispánica que da vida a bebidas tradicionales, postres e incluso salsas con chile.

¿Cómo elegir el mamey más dulce?

Toma nota para tu próxima visita al super o mercado, aquí te dejo cómo puedes elegir el mamey más dulce:

• Color: Si el color de la cáscara del mamey tiene un tono café y sin manchas, está listo para disfrutarse. De igual manera, el color de la pulpa es importante ya que los tonos deben ser entre naranjas y rojos
• Tacto: Utiliza las yemas de tus dedos para conocer el estado de la fruta; ésta debe ser firme y en caso de que esté un poco blanda es perfecto para utilizarse en los licuados. Ten en cuenta que el mamey no debe sentirse aguado, es probable que ya esté pasado.
• Ayuda: Si de plano ya lo intentaste varias veces y no logras saber si el mamey está listo para consumirse, tus mejores aliados siempre serán los vendedores. Acércate a ellos y, sus años de práctica y conocimientos, sabrán cuál es el ideal para ti y para el uso que le darás.

Comprar un mamey dulce no debe de ser tarea difícil/ Foto: Wil Carranza (PEXELS)

¿Cómo puedo madurar un mamey?

Puedes utilizar hojas de papel periódico para acelerar el proceso de maduración de aquellos mameyes que se sientan un poco duros.

El truco está en envolverlo con una o dos hojas y revisarlo diariamente. Esto es importante para conocer su estado y que no se eche a perder.