Muchos pasan por alto uno de los procesos más relevantes de la industria alimentaria, la inocuidad de los alimentos. Este es un proceso indispensable en el desarrollo de productos y platillos, seguros, aceptables y que no puedan dañar la salud del consumidor. Conoce todos los detalles de este fenómeno, hablamos con una experta en el tema y esto es lo que tiene que decir.
La inocuidad de los alimentos tiene que ser entendida como la ausencia o reducción de peligros químicos, biológicos y físicos que pueden afectar la salud humana en el consumo de alimentos.
De acuerdo con la Dra. María del Refugio Torres Vitela, profesora e investigadora del departamento de Farmacobiología de la UAG, no siempre es posible eliminar todos estos riesgos, así que se busca reducirlos al máximo.
Un ejemplo de ello se ha vivido en México las últimas semanas. Pues se han reportado varios casos de una enfermedad poco común en Tlaxcala, el síndrome de Guillian- Barré. El aumento inusual de los casos alertó a las autoridades y tras la investigación se concluyó que fue provocada por el consumo de pollo contaminado, de acuerdo con la Secretaría de Salud.
Una enfermedad que afecta a los nervios periféricos que se encargan de la movilidad de las extremidades. Al progresar llegará al torax e impedirá la respiración natural y con ello la muerte. Esta enfermedad se obtiene a partir de infecciones intestinales causadas por campylobacter jejuni.
El consumo de pollo contaminado fue la causa, la manipulación y preparación de este producto por medio de la contaminación cruzada fue el principal motivo de la propagación bacteriana.
La ausencia, por desconocimiento o desinterés, de estas prácticas de saneación alimentaria, son parte importante de esta problemática. Al día de hoy 3 muertes y más de 84 casos confirmados. Cerca de 30 pollerías han sido clausuradas por malas prácticas en la inocuidad de los alimentos.
Para la Dra. Torres, especialista en Microbiología e Higiene de Alimentos, la seguridad alimentaria o food safety en inglés es un concepto que se tiene que conocer en el hogar y los diferentes eslabones de la cadena alimentaria.
Las buenas prácticas de higiene y saneamiento ayudará a reducir o eliminar microorganismos patógenos presentes en los alimentos, con ello evitar infecciones o enfermedades. De acuerdo con nuestra experta “es indispensable entender cómo tratar cada uno de los alimentos que se manipulan, no solo en los restaurantes sino también en casa”.
La educación sobre este tema es la “punta del iceberg” de una de las problemáticas alimentarias más presentes. Existe mucha ignorancia en el tema, al desconocer los procesos adecuados de elaboración de alimentos, se suelen cometer errores que pueden causar enfermedades que atentan contra su salud, como lo sucedido en Tlaxcala.
Pero además son procedimientos que se tienen que conocer en las diversas etapas de desarrollo del producto. No solo al cocinar, sino desde la producción en el campo, pasando por la cosecha, el transporte, el almacenamiento previa y posterior a su consumo.
Para la Dra. Torres, los alimentos deben transitar por diversas etapas, no solo basta el trabajo de una empresa o persona comprometida con la inocuidad de su producto. La seguridad alimentaria de dicho alimento es una responsabilidad compartida, inclusive del consumidor.
Al pasar por las diversas fases de la cadena alimentaria, no importa que se cumpla a la perfección las normas de higiene de una etapa, si durante el almacenamiento o en la preparación de alimento no se cumple con la misma calidad de seguridad, todo falla.
“Inclusive puede ser que se hayan cumplido con un buen proceso de producción, una correcta desinfección, almacenamiento y preparación. Pero si el consumidor se lo lleva a su casa y lo maneja con temperaturas ambiente por largos períodos o lo contamina. Ese alimento que tuvo tanta inversión en calidad e inocuidad se convierte en un peligro inminente y que no tienen responsabilidad los antiguos eslabones de la cadena”
La contaminación cruzada es el principal problema de un sitio en el que se preparan alimentos, ya sea en casa o en un restaurante. Es la transferencia de microorganismos (bacterias, virus o parásitos) que habitan en alimentos crudos o sin desinfectar hacia alimentos listos para el consumo humano. Tres tipos de formas en que ocurre la contaminación cruzada:
La contaminación cruzada en el hogar ocupa un porcentaje considerable como causante de la mayoría de las intoxicaciones alimentarias. En México, la Secretaría de Salud reporta que cerca de 23,000 mil casos de intoxicación alimentaria bacteriana suceden cada año.
De acuerdo con la Dra. Torres, la causa número uno de brotes en 23 países de Latinoamérica son las preparaciones en los hogares. Es cierto que existe una mejor trazabilidad (la capacidad de seguir el rastro de origen) de la enfermedad a diferencia de los puestos callejeros, aun así es algo preocupante.
Parte imprescindible para lograr la inocuidad de los alimentos es seguir una serie de recomendaciones generales que sirven como una base que limita estos riesgos. Aquí los puntos más relevantes a tomar en cuenta:
El lavado de manos es probablemente el paso más importante a seguir en la manipulación de alimentos. Un lavado intenso después de tener contacto con diferentes productos, utensilios, áreas (sala, cocina, baños) y objetos de cocina (basura, desperdicios, maquinaria, etc).
En la cocina del hogar se tiene pocas áreas de trabajo y herramientas de trabajo, mientras que en los grandes restaurantes se amplía la baraja. Lavar y desinfectar las zonas de trabajo y utensilios de cocina, ayudará a prevenir cualquier tipo de contaminación.
Consiste en mantener una temperatura controlada y adecuada durante las diversas etapas de la cadena alimentaria de un producto. Cada alimento debe cumplir con características particulares en cuanto a su manipulación para llegar a la fecha de consumo. La temperatura es una de ellas, esto garantiza la inocuidad de los alimentos mediante el mantenimiento, para algunos alimentos la refrigeración tendrá que ser entre los 3 y 6°C y para la congelación la temperatura adecuada es -18°C.
Guardar los alimentos de forma organizada y segura en las diferentes etapas puede contribuir a eliminar los posibles microorganismos. Ya sea en el traslado o en el almacenaje de estos alimentos, existe una forma adecuada para hacerlo. En el refrigerador de la casa, los estantes superiores deben ser destinados para colocar alimentos cocidos o carnes frías, quesos y embutidos. En la parte media deberán almacenarse lácteos y en los cajones inferiores, cualquier tipo de vegetales frescos. En el congelador hay productos cárnicos crudos y algunas frutas o verduras que desean alargar su período de consumo.
Para tener buenas prácticas de seguridad alimentaria (food safety) se recomienda evitar a toda costa el consumo en casa y fuera de ella de carne medianamente cocida, cruda o con sangre. Se debe tener un trato especial para los productos cárnicos, pues en la mayoría de ellos podemos encontrar todo tipo de microorganismos. Mantener los alimentos una vez cocidos a una temperatura de consumo de mínimo 70°C (productos calientes) y menos de 4°C (productos fríos) eliminará todo riesgo. Hacerlo bajo otros parámetros es bajo tu propio riesgo y posible peligro, si no tiene en cuenta o visibles la trazabilidad del producto que estás consumiendo.
Para la Dra. Torres, no hay un elemento más relevante en el combate contra la intoxicación alimentaria que la educación.
“Todos cocinamos en casa y a veces se pueden romper los eslabones de la cadena alimentaria, pueden fallar, pero solemos culpar al proceso o al producto, cuando pudimos haber sido nosotros como consumidores quienes fuimos irresponsables”.
Entender nuestro rol en el proceso de la inocuidad de los alimentos es clave en el desarrollo de la cadena alimentaria. Comprender que nuestra participación como consumidores es esencial nos permitirá estar de forma consciente como miembros activos en la seguridad alimentaria y mantenernos saludables ante los posibles riesgos.