Un helado (nieve, sorbete o gelato, que lo amamos en todas sus versiones) nunca puede caer mal. Es uno de esos postres que anhelamos –todavía más– en estos días de extenuante calor. Pueden haber muchos sabores y presentaciones, pero ¿alguna vez has probado el granizado de frutas congeladas?
Puede parecer muy rudimentario, a un paso de llegar al sorbetto, pero es toda una delicia gastronómica –perfecta para quitarnos el calor–.
Además, el granizado de frutas congeladas tiene mucha historia: cuentan los historiadores que este solía ser un postre muy codiciado entre los emperadores del Imperio Romano. Como en muchas otras regiones del mundo (incluyendo nuestro país) se solía recolectar hielo y nieve de los volcanes y montañas nevadas.
Se cuenta que el emperador Nerón enviaba a sus esclavos para recolectar nieve que luego mezclaba con néctar, pulpa de fruta y miel, o para enfríar los vinos.
La práctica comenzó a extenderse entre los habitantes de Roma, hasta que se convirtió en un postre popular que recorrió el mundo entero hasta llegar a ser lo que conocemos hoy.
Este es un postre tan sencillo, delicioso y perfecto para curarte el calor, que hoy se nos ocurrió compartir una receta para que puedas preparar tu granizado de frutas en casa.
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