El caldo de huesos es una preparación que se mantuvo como el secreto de las abuelas durante generaciones, ha vuelto a brillar con fuerza en las cocinas de todos nuestros hogares. La razón es muy simple: es un elixir de nutrientes.

Las abuelitas tienen mucha sabiduría en torno a los caldos. Siempre nos decían que los caldos son la mejor forma para bajarnos el calor y también eran su secreto para el sazón del hogar. Conocido como el secreto de las abuelas, este caldo ha recuperado popularidad en las cocinas contemporáneas gracias a su sabor auténtico y propiedades nutritivas. Su versatilidad como base para preparar diversas recetas lo convierte en un recurso culinario valioso.

¿Qué es el caldo de huesos y para qué se usa en la cocina?

El caldo de huesos es una preparación culinaria tradicional que se obtiene al cocinar lentamente huesos de animales, como pollo, res o cerdo, junto con vegetales y hierbas aromáticas. Esta técnica milenaria permite extraer los nutrientes, minerales y colágeno presentes en los huesos, resultando en un líquido rico en sabor y lleno de beneficios para la salud.

El caldo de huesos se utiliza como base para sopas, guisos, arroces y otras recetas, aportando una profundidad de sabor única y agregando valor nutricional a los platillos. Además, se ha popularizado como una bebida reconfortante y revitalizante, gracias a sus propiedades nutritivas que pueden ayudar a fortalecer el sistema inmunológico, mejorar la salud digestiva y beneficiar la piel y las articulaciones.

Los beneficios que no sabías que puedes obtener al consumir caldo de huesos

Últimamente se ha mencionado mucho el caldo de huesos por sus beneficios para la salud. En pocas palabras, existen estudios (y un amplio conocimiento popular) que han señalado que su consumo puede tener diversos beneficios para la salud debido a su alto contenido de aminoácidos esenciales como la glicina y la glutamina.

 Ingredientes para el caldo de huesos/ Foto: Shutterstock

Si consumes caldo de hueso con regularidad, podrá ayudarte a:

Mejorar tu salud intestinal

El caldo de huesos contiene glicina, un aminoácido que favorece la integridad de la barrera intestinal y ayuda en la digestión y absorción de nutrientes. Además, la presencia de la glicina en el caldo puede ayudar a proteger la mucosa del tracto gastrointestinal.

Fortalecer los huesos

La cocción prolongada de huesos libera minerales como calcio, magnesio y fósforo, que son esenciales para mantener la salud ósea y prevenir enfermedades como la osteoporosis.

Impulsar tu sistema inmunológico

El caldo de huesos contiene aminoácidos y compuestos antiinflamatorios que pueden fortalecer el sistema inmunológico y ayudar al cuerpo a combatir infecciones y enfermedades.

Contribuye a la pérdida de peso

Al ser bajo en calorías y rico en proteínas, el caldo de huesos puede ser un aliado en el control del peso al proporcionar saciedad y nutrición sin añadir muchas calorías.

Mejora la calidad de tu sueño

La glicina presente en el caldo de huesos ha sido asociada con la mejora de la calidad del sueño y la reducción de la sensación de fatiga durante el día.

Retrasa el envejecimiento prematuro

Los antioxidantes y nutrientes presentes en el caldo de huesos pueden ayudar a proteger las células del daño causado por los radicales libres, contribuyendo a una apariencia más joven y saludable de la piel.

Cómo hacer caldo de huesos fácil y rápido

Puedes preparar esta receta para tomarlo tal cual o puedes guardarlo como bases para otros guisados, que lleven caldo entre sus ingredientes.

El caldo de huesos es perfecto para fortalecer tu sistema inmunológico/ Foto:Shutterstock

Ingredientes:

• 1.5 kg de huesos de res, pollo o cerdo (puedes combinar varios tipos de huesos para más sabor)
• 2 zanahorias grandes, peladas y cortadas en trozos
• 2 ramas de apio, cortadas en trozos
• 1 cebolla grande, pelada y cortada en cuartos
• 4 dientes de ajo, pelados
• 2 hojas de laurel
• 1 cucharada de vinagre de manzana
• 2 cucharaditas de sal
• 1 cucharadita de pimienta negra en grano
• 3 litros de agua

Procedimiento:

1. Precalienta el horno a 200°C. Coloca los huesos en una bandeja para horno y ásalos durante 30 minutos hasta que estén dorados y ligeramente tostados. Este paso realzará el sabor del caldo.
2. Transfiere los huesos asados a una olla grande, una olla de presión o CrockPot. Agrega las zanahorias, el apio, la cebolla, el ajo y las hojas de laurel.
3. Cubre los ingredientes con 3 litros de agua y agrega el vinagre de manzana. El vinagre ayudará a extraer los minerales de los huesos durante la cocción.
4. Agrega la sal y los granos de pimienta a la olla.
5. Lleva la mezcla a ebullición y luego reduce el fuego a bajo. Deja que el caldo hierva a fuego lento durante un largo periodo de tiempo. Los expertos recomiendan que mínimo sea 6 a 7 (pero se puede dejar hasta por 24) horas para obtener el máximo sabor y beneficios nutricionales.
6. Durante la cocción, puedes retirar la espuma que se forma en la superficie para obtener un caldo más limpio.
7. Pasado el tiempo de cocción, cuela el caldo para separar los huesos y los vegetales. Puedes utilizar un colador fino o un paño de cocina limpio.
8. El caldo de huesos está listo para ser utilizado en sopas, guisos, arroces u otras recetas que requieran un sabor intenso y nutritivo.
9. Si no vas a utilizar el caldo de inmediato, puedes almacenarlo en recipientes de vidrio o plástico en porciones pequeñas y refrigerarlo hasta por 5 días, o congelarlo para usarlo en el futuro.

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