Ahora que empieza la temporada de calor con todo, es una perfecta excusa para sacar del fondo del recetario ideas (como las aguas frescas) que, además de que nos ayuden a refrescar, purifiquen el cuerpo para que nos sintamos más ligeros. En ese caso, hay que reconocer una bebida que es una bomba para la salud: el agua de alfalfa, pingüica y piña.
Además de que la alfalfa es un alimento verde que tiene muchos beneficios para la salud (es antioxidante, reduce los niveles de azúcar, de colesterol y mejora la digestión) esta receta tiene un ingrediente secreto que la hace muy saludable: la pingüica.
Seguro has visto la pingüica, una frutita roja parecida a un jitomate o una manzana en miniatura, común en los arbustos de México. Quizás nunca la probaste porque pensabas que era tóxica, ¡pero no es así! Es comestible, saludable y versátil.
Originaria de México, especialmente del norte árido, también se encuentra en otros países de América Latina. Con una piel rojiza gruesa y espinosa, la pingüica es una cactácea. En lugares como Chihuahua, los tarahumaras la usan para hacer tesgüino.
En el centro del país, es común encontrarla en mercados y puestos de jugos, donde la usan en diversas recetas, incluso en bebidas como el agua de alfalfa, infusiones o para mezclar con huevos en el desayuno.
Contrario a lo que nos hicieron creer por mucho tiempo, la pingüica no es peligrosa ni tóxica; al contrario, puede ser muy benéfica para tu salud.
La pingüica se puede tomar de diversas formas, desde en tés e infusiones con la fruta o con las hojas, depende mucho de las intensiones que tengas. Acá te dejamos una de las recetas más fáciles y saludables que puedes preparar con esta frutilla (un agua de alfalfa, pingüica y piña.