La sal es ese ingrediente que (para muchas personas) no puede faltar a la hor de cocinar. Sí, puede ser muy útil y actuar a nuestro favor a la hora de sazonar. Sin embargo, con cualquier descuido puede sabotearnos una olla completa de frijoles. Un buen hack que todo mundo debe conocer, es cómo quitar lo salado a los frijoles (y a todos los platillos, en general. Porque siempre pasa)
Un buen platillo tiene que ver con el buen balance y el complemento de los sabores dulce, salado, agrio, amargo y umami. Ninguno debe de resaltar demasiado sobre los demás.
Yo creo que a la mayoría nos ha pasado que le hemos puesto más sal de la necesaria a alguna receta, y al final terminamos con un platillo casi incomible. Para que puedas rescatar esa receta, me puse a investigar algunos consejos y trucos para saber cómo quitar lo salado a los frijoles que nos pueden ayudar en esas situaciones saladas.
Además de los riesgos bien conocidos de consumir sal en exceso, como el mayor riesgo de sufrir hipertensión, ataques al corazón, infartos y de formar piedras en los riñones, ahora hay que añadir a la lista de contraindicaciones del consumo de sal una reciente investigación ha descubierto que también provoca cambios de comportamiento al aumentar los niveles de estrés.
Un estudio reciente realizado en ratones sugiere que una dieta alta en sal se asocia también con niveles más elevados de la hormona del estrés, que, en exceso, es perjudicial también para el organismo. Pero a cualquiera se le puede pasar la sal accidentalmente, por eso te trajimos estos tips.
La vieja confiable: enjuaga los frijoles y vuelve a hervir con agua caliente. Puede sonar extremo, pero el caldo recuperará su consistencia original. Agrega ajo y cebolla por precaución, para que no quede sin sazón.
Si tienen suficiente caldo, agrega una papa con hoyitos o partida a la mitad para absorber la sal. Acompaña con dos tazas de agua caliente.
Agrega jugo de limón poco a poco, probando entre cada adición. Si siguen salados, repite. Si no funciona, considera las opciones anteriores.
Si todo falla, retira el caldo y congela los frijoles. Úsalos dosificadamente en futuras ocasiones, midiendo la sal con frijoles nuevos.
Para equilibrar el sabor, agrega más frijoles naturales a la mezcla.
Agrega leche gradualmente para ajustar el sabor. Es una buena opción.
Si no están muy salados, añade crema líquida. Puedes incluso agregar más frijoles.
Si son demasiado salados y corregirlos parece difícil, porciona y congela.
Úsalos con moderación en futuras preparaciones. No todo está perdido. ¡A cocinar sin preocupaciones!
Al final del día, quitarle lo salado a los frijoles puede ser más fácil de lo que parece con estos prácticos consejos. Desde enjuagar con agua caliente hasta añadir ingredientes como papa o limón, tienes diversas opciones para salvar tus platillos y lograr el equilibrio perfecto de sabores.
Recuerda que la cocina es un arte flexible, y siempre hay soluciones creativas para los pequeños desafíos. Experimenta con estas sugerencias y descubre cuál funciona mejor para ti.
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