¿Alguna vez te animaste a preparar tamales en casa, y al abrir la cacerola te encontraste con una masa seca y poco apetitosa? No te preocupes, todos hemos estado ahí. El proyecto para lograr que los tamales queden esponjosos puede ser un desafío real, pero no te desanimes. ¡Tenemos el truco perfecto para que lo consigas!
Descubre el truco sencillo que hará que tus tamales pasen de áridos a esponjosos en un abrir y cerrar de ollas.
Que un tamal quede esponjoso depende de varios factores: la cantidad de líquidos, el batido y la manteca. Y aunque muchas personas quisieran ahorrarse la manteca para evitar calorías extras o para hacer su tamal más ligero, si no utilizamos manteca, no conseguiremos que los tamales queden como esperamos.
Así pues, la manteca es un ingrediente crucial para conseguir que tus tamales queden esponjosos. Este es el secreto.
Seguro estarás pensando que esto no es un secreto, esto es un hecho. Hasta nuestras abuelitas nos lo repetirán al cansancio a la hora de preparar tamales y no hay que hacer oídos sordos a sus consejos. Por algo, las abuelitas son las guardianas de las técnicas culinarias ancestrales. Basta con que lo pongas en práctica y verás que tiene su razón de ser.
Este paso se tiene que hacer una vez que ya esté la masa de maíz ya hidratada (es decir, ya es masa y no sigue siendo harina)
El primer paso para unos tamales esponjosos es blanquear la manteca. Coloca la manteca en un recipiente redondo y, preferiblemente, utiliza una batidora o tus manos para batir, siguiendo la circunferencia del recipiente. El proceso puede durar el tiempo necesario hasta que la manteca adquiera una consistencia esponjosa y, si estás usando manteca de puerco, notarás un cambio en su color, de ahí el término “blanqueado”.