Cada país tiene diferentes tradiciones gastronómicas de Año Nuevo. Si hiciéramos un viaje para despedir el año al otro lado del planeta, nos daríamos cuenta de que comen cosas muy distintas en esta celebración.
Para nosotros son típicos en estas fechas: el bacalao, los romeritos, el pavo, la pierna de cerdo en alguna salsa de ciruela o tamarindo, el tradicional ponche de frutas, los buñuelos, las papas al horno y muchos otros platillos que hemos adoptado para estas fechas.
Acompáñanos en este recorrido gastronómico para conocer algunas de las costumbres de otros países a la hora de la cena de fin de año.
Los habitantes del sur de nuestro vecino del norte, acostumbran acompañar su cena de Año Nuevo con pan de maíz. Para ellos, el color de este pan es parecido al oro, por lo que es símbolo de abundancia y hay quienes le añaden algunas semillas de maíz para que parezcan pepitas de oro.
Otra tradición culinaria importante en Año Nuevo en el sur del país es el Hoppin’ John, un platillo de frijoles o chícharos con cerdo y arroz, que se sirve con col y otras verduras verdes cocidas (porque el verde es el color de los dólares). Para ellos este platillo trae buena suerte en el año.
Esta cena tiene sus raíces en las tradiciones africanas y de las Antillas, por lo que probablemente el platillo fue traído por los esclavos a Norteamérica.
En diversos países (entre ellos México), la gente se come 12 uvas, una con cada campanada de la medianoche de fin de año. Las 12 uvas a veces vienen preparadas en recipientes y se pueden comprar por docenas en esta fecha.
Se dice que con cada uva se debe pedir un deseo para el año que comienza, aunque después de la sexta uva, muchos terminan por rendirse o atragantarse con las que faltan cuando les ganan las campanadas.
En este país no puede faltar en la mesa de Fin de Año el vitel toné, un plato procedente de Italia preparado a base de ternera, anchoas, alcaparras, atún y mayonesa. También es típico un buen asado argentino o el lechón asado.
Entre las tradiciones gastronómicas de año nuevo aquí se cena pavo relleno o carne en general. El menú incluye lentejas y uvas de la suerte.
En este país un platillo típico es la hallaca, un pastel de harina de maíz relleno de carnes, pasas y almendras, envuelto en hojas de plátano que se intercambia o se regala a otros miembros de la familia como símbolo de unión.
En fin de año es imprescindible el panettone con chocolate caliente, aunque tomar esta bebida puede ser todo un reto ya que ahora es verano en el cono sur del planeta.
En Grecia no se puede comenzar el año sin el mítico vasilopita, pan de san Basilio o pan dulce de año nuevo: se trata de un tipo de bizcocho que guarda en su interior una moneda; quien la encuentre estará bendecido durante todo un año.
En los Países Bajos las tradiciones gastronómicas de año nuevo son las bolas fritas en aceite. Este platillo se llama oliebollen y es vendido en carritos en la calle en la víspera de Año Nuevo.
Son bolas hechas de una masa de dona, con grosellas o pasas que son cocinadas en una freidora honda y luego espolvoreadas con azúcar en polvo.
En las calles de Amsterdam se pueden encontrar los Oliebollenkraams, pequeños puestos o foodtrucks que venden paquetes de oilebollen recién hechos.
Austria y Alemania, llaman a la víspera de Año Nuevo, Sylvesterabend, o la víspera de San Silvestre. Los austriacos beben un ponche de vino tinto con canela y especias, comen lechón para la cena y decoran la mesa con cerdos pequeños hechos de mazapán, llamados marzipanschwein. Los cerdos se consideran como un elemento de buena suerte o Glücksschwein y están hechos de todo tipo de materiales e ingredientes; también son regalos comunes en Austria y Alemania para estas fechas.
Las pastelerías de Viena en esta época del año están llenas de gran variedad de dulces en forma de cerdo. Desde trufas de champagne hasta chocolates de diversos tamaños.
Se cree que los cerdos atraen la suerte en muchos países y son percibidos como un símbolo de fertilidad y fuerza. Si pasas año nuevo en Austria, que no te sorprenda ser recibido con una cabeza entera de cerdo lista para la cena en la mesa principal.
En Alemania, los pescados como el arenque son considerados un amuleto de buena suerte.
El arenque también abunda en Polonia y algunas partes de Escandinavia. Por su color plateado, muchas personas en estos países comen arenque en escabeche al filo de la medianoche para traer un año de prosperidad y abundancia. Algunos le agregan una salsa de crema, otros los comen con cebollas.
Una preparación especial polaca de arenque en escabeche es la Sledzie Marynowane, se prepara al remojar arenques enteros salados en agua durante 24 horas y luego son cortados en capas en un tarro con cebollas, pimienta, azúcar y vinagre blanco.
Los escandinavos a veces incluyen arenque en un platillo, se llama smorgasbord y va acompañado con pescado ahumado y en escabeche, paté y albóndigas.
Entre las tradiciones gastronómicas de año nuevo en Italia está el Cotechino con Lenticchie, cerdo con lentejas. Se cree que las lentejas dan buena suerte porque parecen monedas. Además, estas leguminosas crecen cuando se remojan en agua, lo que se interpreta como una manera de atraer la fortuna.
Los italianos celebran la víspera de Año Nuevo con La Festa di San Silvestro. En esta celebración también se come el zampone, un pie o manita de cerdo rellena.
La cena termina con chiacchiere, bolas de masa frita que están enrolladas en miel y azúcar espolvoreada.
El Kransekage, mejor conocido como pastel de corona, es un pan en forma de torre que se hace con varias capas de pasteles, que se montan uno encima del otro.
Este postre se considera una de las las tradiciones gastronómicas de año nuevo para la víspera y otras ocasiones especiales. Está hecho de mazapán y algunas veces se coloca una botella de vino en el centro. Puede ser decorado con adornos, banderas y galletas.
En China los fideos son un símbolo de larga vida, (por su longitud). Para los chinos, cortar o romper los fideos en trozos pequeños atrae la mala suerte. Además de los noodles de la suerte, la lechuga juega un papel esencial en la cena de Año Nuevo en China.
Esta tradición proviene del parecido entre las palabras lechuga y suerte en cantonés; es por ello que en el Año Nuevo Chino las hojas de lechuga se usan para hacer envolturas con otros alimentos. El pescado también es una cena tradicional en estas fechas y de igual manera lo consideran un símbolo de prosperidad y buena suerte.
En Filipinas mucha gente piensa que las frutas redondas atraen la buena suerte y el éxito para toda la familia. Esto significa que 8, 12 o más frutas (dependiendo de la tradición de cada familia) deben estar sobre la mesa para dar la bienvenida a la fortuna y al nuevo año que inicia.
En las casas japonesas, las familias comen fideos soba de trigo, o soba toshikoshi, en la medianoche de la víspera de Año Nuevo, para despedirse del año que se fue. Esta tradición data del siglo XVII, y los fideos largos simbolizan la longevidad y la prosperidad.
También tienen otra costumbre llamada mochitsuki, en la que los amigos y familia pasan el día antes de Año Nuevo haciendo pasteles de arroz mochi. Lavan y remojan el arroz dulce para después remojarlo, cocinarlo al vapor y lo muelen en una masa suave. Luego los invitados toman turnos para convertir esta masa en pequeños bollos que luego se comen como postre en la cena de fin de año.