Esta es la temporada del año en la que nos volvemos locos buscando recetas y cosas nuevas qué preparar en casa para las Fiestas de Fin de Año, ya sea para la familia, amigos o para llevar al intercambio de la oficina, siempre es buena idea regalar a nuestros seres queridos algo que hemos hecho (y horneado) con nuestras propias manos. Entre el mar de recetas que comenzarán a surgir hasta debajo de las piedras, les compartimos una receta de Brownies Red Velvet.
Los brownies son el postre perfecto para compartir en cualquier reunión, ya que son prácticos y tienen un sabor irresistible que los hacen imposibles de rechazar. Personalmente, cualquier receta que incluya la palabra “brownie” llama poderosamente mi atención y hace que quiera probarla inmediatamente.. Ahora, imagina estos brownies chocolatosos que todo mundo ama, en un tono rojo (bastante festivo) que indudablemente captará la atención de todos a varios metros de distancia.
Y si te preguntas qué es exactamente el “Red Velvet”, permíteme explicártelo. Este estilo de pastelería es esencialmente una mezcla cacao y vainilla que, en sus inicios, generaba una reacción química al unirse con ácidos (como el vinagre) y que teñía el cacao de color rojo.
En la actualidad, muchas personas simplemente tiñen con colorante rojo sus creaciones. Pero si no quieres utilizar colorantes artificiales, puedes hacer lo que muchos hábiles pasteleros: su secreto es optar por tintes naturales, como el jugo de betabel, para conferirle ese delicioso matiz rojo y húmedo.
Además, el betabel es uno de esos alimentos que puedes incluir en tus menús y postres para mejorar tu estado de ánimo de forma natural.
¡Así que prepárate para sumergirte en el mundo mágico de los brownies red velvet y disfrutar de una explosión de sabores!
Esta receta la retomamos de la chef Gina Rangel, una maestra repostera que se especializa en convertir versiones saludables, como esta interpretación de Brownies Red Velvet con betabel. Que son una opción dulce, deliciosa, accesible y muy (sobre todo muy) indulgentes.
Si quieres agregarle un nivel extra para la decoración, te dejamos acá algunos tips para que le añadas una cobertura que betún de queso crema que puedes decorar con grequitas de tintura roja (también preparada con betabel)
A todos nos ha pasado que el brownie no sale a la primera. Si bien es un postre fácil de hacer y muy accesible para todos, sí requiere que pongamos mucha atención en el proceso para que no nos queden muy secos, duros o demasiado esponjados como para ser un brownie.
Opta por un chocolate con mayor contenido de pasta de cacao, preferiblemente alrededor del 80% o 70%, para obtener un brownie auténtico y delicioso.
Y siempre hay que fundir el cacao con la mantequilla al baño María para preservar la humedad natural del cacao y mantener los sabores e intensidad intactos.
El brownie no debe quedar crudo, pero tampoco sobrecocido. Al pincharlo, asegúrate de que el testador salga con un poco de miga pegada, y déjalo reposar unos 15 minutos después de sacarlo del horno para lograr la textura perfecta.
A diferencia de un bizcocho, el brownie no debe sobrebatirse, ya que de otra forma se esponjaría. Puedes lograr la densidad y humedad adecuadas disolviendo el azúcar en tres partes y mezclándola cuidadosamente con los demás ingredientes.
Deja enfriar el brownie a temperatura ambiente antes de disfrutarlo. Aunque puedes calentarlo si prefieres, asegúrate de que haya enfriado primero para evitar que se desmorone o rompa.
Si te gustó esta receta, no olvides seguirnos en nuestro canal de YouTube para más recetas e historias emocionantes.