Con la llegada del frío, no hay mejor refugio que una taza humeante de té para entrar en calor (o para subir nuestras defensas) Sin embargo, entre la variedad de sabores y aromas que ofrece esta bebida milenaria, hay un error común que muchos de nosotros cometemos sin siquiera saberlo: dejar la bolsita de té en la taza demasiado tiempo.
Preparar té puede parecer sencillo, pero si observamos las ceremonias del té en algunos países orientales, entenderemos que hay todo un arte detrás de esta infusión. No basta con verter agua caliente sobre las hojas o bolsitas y esperar. Hay pasos cruciales para disfrutar al máximo del sabor, aromas y propiedades del té, y es vital entender que no todos los tés son iguales ni todos compartimos los mismos gustos.
Seguro habrás visto que los ingleses no dejan la bolsita de té eternamente en la taza, pues bien, esa práctica viene desde Asia y la hemos replicado, pero poco a poco olvidado, sobre todo en la actualidad, cuando consumimos el té en bolsitas, que no siempre tienen la concentración adecuada, por lo que preferimos dejar ahí la bolsa con hierbas hasta que mínimo se pinte el agua. Sin embargo, esta práctica puede no ser la mejor, porque se amarga la infusión.
La respuesta es simple pero crucial. Dejar la bolsita de té demasiado tiempo en la taza puede resultar en un sabor amargo o incluso en un té quemado. Según el experto en té, Verity Smout, un tiempo prolongado de infusión libera más taninos, produciendo ese amargor desagradable.
Dejarlo más del tiempo necesario, hará que tu té se ‘sobreinfusione’ y quedará amargo. Además, prolongar el tiempo de infusión aumenta la cantidad de cafeína, lo cual puede no ser ideal para todos. Por lo tanto, la clave está en encontrar el equilibrio perfecto.
Si bien algunas hierbas medicinales permiten un tiempo de reposo más prolongado, para los tés comunes como el negro, blanco o verde, el tiempo varía.
La cantidad de tiempo recomendable nunca es superior a cinco minutos; pero para garantizar la mejor experiencia a la hora de preparar tu té, es esencial conocer los tiempos generales de infusión para diferentes tipos de té. A continuación, una práctica guía que te ayudará a obtener el equilibrio perfecto entre sabor y aromas:
Cuando se trata de bolsitas de té, hay un truco sencillo pero importante: no te pases apretando la bolsita con la cucharilla o sumergiéndola una y otra vez. Resulta que apretar demasiado puede darle un toque amargo a tu té y, además, subirle el volumen a la teína. Así que, si eres como yo, que ama su taza de té, mejor déjala tranquila y disfruta del sabor suave y delicioso sin apuros. ¡Un pequeño gesto para un gran momento de tranquilidad!
Estas prácticas correctas a la hora de preparar té van más allá de una mera formalidad; son la clave para una experiencia verdaderamente enriquecedora.
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