La sopa de tortilla azteca es uno de esos platillos mexicanos que lo tienen todo: caldito, verdura, tortillas y un sabor inigualable. Si como nosotros, eres fan de este platillo, quédate, que te contaremos un poco sobre su historia y cómo prepararlo.
Es un platillo complejo: elaborada a partir de tiras de tortilla de maíz frita que se sumergen en un caldo de jitomates molidos con ajo y cebolla, sazonado con perejil y chiles de árbol molidos, se sirve con trozos de chile pasilla, chicharrón, aguacate, queso y crema. ¡Ya se nos hizo agua la boca!
También conocida como Sopa azteca, es un platillo representativo de la zona centro de México y en cada región existen diferentes versiones de la receta, es común que incluya todos los ingredientes en conjunto o también que se sirva solo el caldo con la tortilla y el resto de los ingredientes por separado, para que el comensal la condimente a su gusto.
Antes de seguir, vamos a responder una duda que hemos escuchado cientos de veces. La sopa de tortilla y la sopa azteca son lo mismo. Eso sí, ya es más distinta al caldo tlalpeño, que también se prepara en el centro del país. Uno tiene verduras, pollo y chipotle. Y la otra tortillas en tiras fritas en caldillo de jitomate
Aunque este es un platillo se prepara en todo México, muy pocas personas conocen la historia de su origen. El nacimiento de la sopa de tortilla se remonta a la época de las culturas prehispánicas, mucho antes de la conquista española. Se creó en el estado de Tlaxcala, que desde su nombre ya nos dice que es un “lugar donde abundan las tortillas” o “tierra de maíz”.
Como sabemos, el maíz y las tortillas son una base importante de la alimentación mexicana, y tenemos muchísimos platillos que tienen como base este increíble y completo ingrediente.
Cuenta la leyenda que la primera sopa de tortilla se preparó mezclando maíz fresco con granos secos, a petición de un antiguo emperador azteca. Aunque, como dato curioso: este platillo no era propiamente conocida como sopa o caldo. Los antiguos residentes del Valle de Tehuacán solían utilizar recipientes hechos de piedra para hervir el maíz y preparar diferentes platillos, pero este caldo surgió por la necesidad de preparar alimentos más blandos que facilitarán la digestión del maíz.
Con la llegada de los españoles en el siglo XVI, las comunidades indígenas adoptaron la tradición y recetas de los caldos, fue así que la sopa de tortilla se transformó poco a poco hasta convertirse en el platillo que conocemos hoy: tiras fritas de tortilla, caldo de jitomate, chiles de árbol, chicharrón, aguacate, queso y crema.