El ramen, ese plato japonés que ha conquistado paladares en todo el mundo, no es solo una sopa con fideos es una sinfonía de sabores, aromas, texturas y temperaturas. Sin embargo, algunos errores comunes pueden convertir tu ramen en una simple sopa de fideos. Aquí te desvelamos los detalles para que tu experiencia con el tazón de ramen sea auténtica y deliciosa.
Originario de China y adoptado por Japón, destaca por sus fideos especiales, llamados “chūkamen”, y su caldo sabroso, ya sea de cerdo o pollo. Cada detalle cuenta. El ramen se suele acompañar con una variedad de ingredientes que realzan su sabor y textura. Algunas opciones comunes incluyen chāshū (lomo o panceta de cerdo marinada), huevo cocido a baja temperatura, brotes de bambú (menma), cebolla verde, algas nori, maíz dulce, setas, y alga kamaboko.
Estos acompañamientos añaden capas de sabores y texturas, haciendo que cada bocado de ramen sea una experiencia completa y deliciosa. Así pues, en conjunto, se construye la esencia de un auténtico ramen.
Sumergirse en el universo del ramen comienza con una comprensión profunda de los fideos. Contrario a la creencia común, no todos los fideos son iguales y la elección correcta de fideos es crucial. Opta por chūkamen, que son los específicamente diseñados para el ramen, y evita confundirlos con soba, por ejemplo (que son los más comunes en nuestros supermercados) La textura y el grosor marcan la diferencia.
¿Qué es el kansui y por qué es esencial? En el mundo del ramen, el término “kansui” no es solo una palabra; es la esencia misma de la excelencia. Esta solución alcalina, compuesta principalmente por carbonato sódico y carbonato de potasio, se convierte en el alquimista detrás de la elasticidad y el color distintivo de los fideos.
Este componente aporta elasticidad y el característico tono amarillo a los fideos de ramen. Sin él, no estamos hablando de un auténtico ramen. Sabemos que no es tan común usarlo si quieres prepararlo en casa, pero es bueno tenerlo en consideración.
La elección del grosor y la forma de los fideos no es una cuestión trivial. Desde los sōmen que son finos como hilos de hasta los más robustos como el udon, cada medida y forma tiene un propósito.
La diversidad en grosor y forma de los fideos es amplia. ¿Cómo saber qué prefieres? El número en el paquete te guía. Menos número, más grosor. ¡Explora y encuentra tu preferencia!
El caldo es el alma del ramen. Desde el tonkotsu (cerdo) hasta el torigara supu (pollo), conocer los fondos de caldo básicos es esencial.
Para crear el fondo perfecto para tu ramen casero, puedes optar por un caldo rico y sabroso elaborado con huesos de cerdo o de pollo, cocidos a fuego lento para liberar sus sabores y colágeno, que resultarán en un tonkotsu o torigara supu auténtico.
Para una versión vegetariana igualmente deliciosa, puedes preparar un caldo con vegetales como zanahorias, cebollas y setas, infusionado con un dashi (que también puedes hacer en casa).
El kaeshi o tare, la salsa que aporta sabor, es la clave. Ya sea shōyu (soja), shio (sal) o miso, tu elección determinará el carácter del plato. ¡Experimenta y encuentra tu combinación ideal!
No olvides el dashi, que es fácil de preparar con alga kombu y katsuobushi. Simplemente hiervelas, cuela los ingredientes sólidos y utiliza el líquido resultante
No todas las combinaciones son iguales. Los fideos finos van bien con caldos ligeros, mientras que fideos gruesos se destacan en caldos más densos. Pero recuerda, ¡la creatividad es bienvenida!
Los toppings (gu) son el toque distintivo. Desde el chāshū (cerdo) hasta el naruto (pasta de pescado) y el menma (bambú), los toppings te permiten personalizar tu ramen, cada elemento sólido tiene su propósito. Incluso puedes crear versiones veggie con setas picantes salteadas.
¡Sé audaz y creativo!
El huevo cocido es un ingrediente esencial en el tazón de ramen, pero no lo frías. Lo ideal es cocerlo a baja temperatura para obtener una yema cremosa es la clave. Experimenta con tiempos de cocción para encontrar tu punto perfecto.
Montar tu ramen es un arte. El kaeshi y el caldo van primero, seguidos de fideos, carne, huevo y el resto de los toppings. Mantén la temperatura caliente para disfrutar al máximo.
El ramen es una experiencia culinaria única. Evitar estos errores y comprender los detalles te llevará de una simple sopa de fideos a una obra maestra japonesa. ¡Sumérgete en el mundo del ramen perfecto y disfruta de cada bocado!
Si te gustaron estos tips para preparar un Ramen digno de aplausos, no olvides seguirnos en nuestro canal de YouTube, acá encontrarás recetas nuevas e historias gastronómicas que no te querrás perder.