Caldito para el alma y el corazón. El caldo tlalpeño es uno de los clásicos de la cocina tradicional mexicana. Son de esos platillos llenos de sabor y sumamente reconfortantes. Aún recuerdo en los días tristes cómo me animaba el caldo tlalpeño de mi abuelita. Una receta práctica y muy rápida que todos tienen que saber. No hay mejor forma para dar amor, que a través de la comida. Disfruta de esta receta sobre cómo hacer caldo tlalpeño con pollo y verduras.
Existen muchas versiones sobre su origen y aunque no hay nada claro, el caldo tlalpeño se cree que viene del antiguo Distrito Federal, la hoy Ciudad de México. Es uno de esos lugares mágicos que todo amante a la comida tiene que conocer. En cada esquina, cada mercado y cada calle, encontrarás historias fascinantes sobre platillos clásicos de la gastronomía mexicana.
El origen del caldo tlalpeño se remonta a mediados del siglo XIX, en el antiguo pueblo de Tlalpan, dónde a sus pobladores (los tlalpeños), se les reconocía por preparar un consomé especial que curaba todo mal. La leyenda dice que fue el presidente Santa Anna quien popularizó el platillo, gracias a una noche de resaca. La cocinera de su casa, en el barrio de Tlalpan, le preparó un platillo típico de la región que ayudaba a eliminar esos malestares.
Con el tiempo, el caldo tlalpeño se volvió parte de uno de los platillos típicos de la población mexicana. Otras versiones apuntan a que se volvió famoso gracias al puesto de Doña Panchita, una vendedora de la colonia que vio la oportunidad de atender a los hambrientos pasajeros del antiguo tranvía. Por lo que diseñó una receta llena de sabor y estilo mexicano.
Cada quien puede elegir la versión que más le guste, lo único que puedo decir, es que no puedes dejar de probar este fantástico platillo. Una receta que refleja la cocina mexicana en su máxima expresión. Inventiva, bondadosa, provechosa y sobre todo privilegiada por excelentes productos agrícolas.
Los ingredientes de esta receta son muy variados y se han discutido a lo largo de su historia. No hay registros exactos de una receta original, sin embargo, este famoso platillo debe llevar por lo menos tres productos imprescindibles. Recuerda que este caldo debe ser vigorizante, un tónico que te devuelva a la vida cuando estés crudo, triste o solo tengas mucho frío.
El caldo de pollo es lo que hará que sea tan reconfortante y alivianador. Para que el caldo tlalpeño tenga éxito, es necesario preparar un caldo de pollo nutritivo, sabroso y muy concentrado. La clave del éxito, será el tiempo. Entre más tiempo dejes cocer los huesos de pollo en el agua, tendrás un caldo más potente. No dejes de cocinarlo con verduras que aporten buen sabor como: apio, poro y ajo. Además, no puedes olvidar algunas hojitas que den un gran olor como el laurel.
Te recomiendo usar para el caldo, solo los huesos del pollo, así evitarás que se sobrecueza la carne. Usa pechuga de pollo para desherbar, solo es necesario que la cocines unos 30 minutos antes de colar el caldo de pollo. No le tengas miedo a los huesos, estos son la llave del sabor.
Esta pequeñas leguminosas harán que tu caldo tenga una deliciosas consistencia. Te llenarán y harán que el caldo tlalpeño tenga los carbohidratos suficientes para sentirte como nuevo. Es importante cocerlos previamente, puedes primero remojar (por un día) y después cocer en olla express. Solo necesitarás agua, ajo, cebolla y laurel.
Por último, no puede ser un caldo tlalpeño sin chile. Ingredientes imprescindible para curarte de todo mal, especialmente para las crudas. El chile libera dos sustancias que al entrar en contacto con la boca, favorecen la salivación. Además mejora la percepción de deshidratación. Es por ello, que para tener un caldito delicioso, necesitas licuar en el caldo un chile guajillo o bien acompañar con chile chipotle.
Algunos de los ingredientes clásicos, aunque pueden variar en esta receta son:
El caldo tlalpeño es uno de los tesoros de nuestra gastronomía mexicana. Saber hacerlo es básico para cualquier mexicno. La receta no requiere mucho esfuerzo y es muy sencilla de practicar. Una receta sin lujos, cálida y nostálgica. Estoy seguro que al hacer este caldito, muchos recuerdos vendrán a tu memoria.
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