Más de 300 años lo avalan, el restaurante Casa Botín, no solo sirve comida tradicional española de calidad, sino que ostenta uno de los logros más impresionantes de la historia, al ser el restaurante más antiguo del mundo, de acuerdo con el libro Guinness de los récords. Un espacio de veneración y sobre todo, un monumento a la gastronomía española.
Los restaurantes son parte de nuestro mundo desde hace aproximadamente 300 años. Se le atribuye la invención a los franceses, visionarios glotones que idearon el plan perfecto para que la gente pagase por llenar su estómago de comida deliciosa y muy elaborada. El origen de la palabra restaurante viene de restaurar, es decir, poner algo en el estado que antes tenía. Una oportunidad para enmendar ese estómago sin combustible.
Aunque es cierto que mucho antes existían establecimientos similares, como lo eran las hosterías. Tenían características similares, como que compartían la idea de servicio de alimentos y bebidas. Aunque la gran diferencia estaba en que las hosterías ofrecen también servicio de hospedaje. Otro de los distintivos es que los restaurantes se distinguen por tener menús variados y platillos más rebuscados.
Los restaurantes se convirtieron en una excelente opción de esparcimiento y entretenimiento. Con el paso de los años, los restaurantes tomaron mucha relevancia y por lo mismo, se desarrollaron nuevas recetas, nuevas profesiones e inclusive se promocionaba como destinos turísticos. Para ejemplo de ello, la Guía Michellin una lista de lugares recomendados.
Los restaurantes han tenido mucha importancia en la historia de la humanidad, como muestra de ello, fue la relevancia que tuvieron como puntos de reunión durante la revolución Francesa. Espacios en donde, además de combatir el hambre, se combatía intelectual y estratégicamente.
En 1725 se inauguró el Sobrino de Botín, un lugar que a la postre se convertiría en un icónico y muy representativo restaurante para la cocina española. Actualmente es considerado el restaurante más antiguo del mundo. Ubicado en la antigua Hostería Botín, este lugar se encargaba de alimentar a sus clientes y darles asilo. Con el paso de los años, se convertiría en un restaurante con el nombre de Fonda Española.
Como acotación, es importante mencionar el nombre del cocinero francés Dossier Boulanger, quien fue el primero en abrir un local especialmente destinado a la restauración, en 1765. Tanto la Fonda Española en ese momento, como otros establecimientos, nacieron primero como hosterías o posadas, para posteriormente convertirse en restaurantes.
Posteriormente cambiaría su nombre a Casa Botín, fundada por un francés llamado Jean Botin, el cual junto con su esposa llegó a Madrid para trabajar en la corte del Rey. Con los años fundaron el restaurante. Al morir los señores Botin, un sobrino de la pareja heredaría el sitio y es por ello que al día de hoy se le llama así.
El lugar ha sido nombrado en varias obras de la literatura española, lo que lo ha convertido en parte de la historia española. Pero además ha sido un espacio de inspiración para escenarios de diversas novelas de artistas como María Dueñas, Ernest Hemingway y Benito Pérez Galdos.
El restaurante Casa de Botín busca ofrecer un menú que se apegue a las tradiciones gastronómicas de España. En este lugar podrás probar el cochinillo con la receta clásica española. El cochinillo segoviano es una carne especial y a la cual se le tiene un aprecio significativo por los españoles.
Es uno de los platillos más emblemáticos de la zona centro de España. Consiste en un cerdo pequeño asado al estilo castellano, en donde se asa lentamente con leña encina. Lo especial de este cochinillo es que se asa en un horno de más de 300 años, pues aún mantienen el original. Al asarlo en el horno a fuego lento, provoca que el cochinillo adquiera un color dorado y la piel se caramelice, además de que se obtenga una textura crocante con la piel.
El ambiente en el Restaurante Botín es igual de impresionante que su comida. Con sus techos bajos, vigas de madera y una decoración que parece congelada en el tiempo, sentirás como si hubieras retrocedido en el tiempo. El restaurante ha mantenido su apariencia tradicional a lo largo de los años, lo que lo convierte en un lugar perfecto para experimentar la auténtica atmósfera de la vieja España.
No puedes visitar Botín sin probar su selección de vinos. La bodega del restaurante alberga una amplia variedad de vinos españoles que complementarán a la perfección tu comida. Si eres un conocedor del vino, este lugar te llevará en un viaje de sabores por las regiones vinícolas de España.
¿Cómo ha logrado el Restaurante Botín mantenerse tan exitoso a lo largo de los años? Puede que el secreto esté en su compromiso inquebrantable con la calidad y la tradición.
El Restaurante Botín es más que un simple lugar para comer; es una experiencia que te transporta a través del tiempo y te permite saborear la auténtica tradición culinaria española. Si alguna vez te encuentras en Madrid, no puedes perderte la oportunidad de probar el cochinillo asado y disfrutar del encanto de este lugar legendario. Después de todo, no todos los días puedes decir que has comido en el restaurante más antiguo del mundo.