¿Cuántos tipos de pozole conoces? Seguro que no sabías que existen más estilos de pozole de los que se pueden contar con los dedos. No pasa nada, hoy nos damos una vuelta por acá para llenar ese vacío: hoy conocerás un poco más sobre este platillo estrella de las Noches Mexicanas.
Uno de los platillos emblemáticos y deliciosos de México es el pozole pues, no sólo es de los más populares durante las celebraciones familiares y en las celebraciones patrias, sus aromas y sabores reflejan como ningún otro platillo, la riqueza y diversidad de la gastronomía mexicana.
El pozole: una receta que recorre toda la república
A lo largo de los años, la receta original continuó modificándose para adaptarse a los gustos de las diferentes regiones de México. Actualmente, se distinguen tres principales variantes del pozole: verde, blanco y rojo. La principal diferencia entre ellos son los elementos que se les agrega para darle a cada uno su color característico.
Pero más allá del pozole verde, blanco y rojo, estos no son todos los tipos de pozole que existen
El pozole es el plato más mexicano. Sabemos que al ver la carta de un restaurante tenemos que escoger entre el de pollo, el de maciza, el rojo y el blanco pero, ¿qué pensarías si te digo que existen muchísimos más tipos de pozole que estrellas en el cielo?
Bueno, no tanto así. Pero casi. De acuerdo con la Agencia de Servicios a la Comercialización y Desarrollo de Mercados Agropecuarios, hay al menos 20 variantes del pozole en todo el país.
Pero antes de empezar este recorrido a lo largo y ancho de la República Mexicana, vamos a dejar algo bien claro:
¿Qué es el pozole?
El pozole es una joya culinaria arraigada en la rica tradición gastronómica de México. Este emblemático platillo es uno de los más populares y representativos de la cocina mexicana, apreciado tanto por lugareños como por visitantes de todo el mundo. Su origen se remonta a tiempos prehispánicos, y a lo largo de los siglos ha evolucionado para convertirse en un manjar que encarna la identidad y la cultura de México.
Los antiguos pobladores mesoamericanos preparaban este caldo a base de granos de maíz cacahuazintle durante los rituales dedicados a sus guerreros.
De hecho, la palabra pozole deriva del náhuatl pozolli que significa “espumoso” y hace referencia a la etapa del proceso de cocción cuando el maíz pierde su cáscara y se abre, lo cual da la apariencia de espuma. Antes se preparaba únicamente con maíz, venado o conejo. Tras la llegada de los colonizadores europeos, a la preparación de este platillo se añadieron ingredientes del Viejo Mundo tales como: carne de cerdo, orégano y verduras.
El pozole es, ante todo, un plato reconfortante que combina ingredientes simples pero deliciosos. Su base consiste en una generosa porción de maíz cacahuacintle reventado, cocido a la perfección, y carne de cerdo que se deshace en la boca.
Lo que realmente eleva al pozole a un nivel superior son los adornos que lo acompañan: crujientes hojas de lechuga, rábanos frescos, cebolla picada, óregano fragante y chile piquín para darle ese toque de picante característico. Unas gotas de limón agregan un toque de acidez y frescura. Este plato es una verdadera fiesta para los sentidos y se disfruta especialmente durante celebraciones importantes, como el Día de la Independencia el 15 de septiembre, cuando se convierte en el protagonista de las festividades mexicanas.
El pozole es mucho más que una comida; es un símbolo de unidad, tradición y sabor en la cultura gastronómica de México.
Qué sí y qué no es pozole
“Yo le llamaría pozole a todo aquello que la gente del lugar donde lo hacen le llame así. Si en Sonora hacen pozole de trigo, en Morelos hacen pozole de garbanzo, en varias partes del Bajío hacen pozole de frijol y le llaman pozole, entonces es pozole”
Comenta el historiador y escritor José N. Iturriaga de la Fuente, quien es especialista en gastronomía, tradiciones, historias de viajes y viajeros en México.
Explica que los dos tipos de pozole más populares son el blanco y el colorado (o sea, el pozole rojo) que se hace en Jalisco y Michoacán principalmente. Pero que eso no significa que sean las únicas recetas que se preparan en nuestro país, puesto que existen un montonal de tipos de pozole, con ingredientes y preparaciones distintas.
Los rostros del pozole
(12 principales tipos de pozole a lo largo y ancho de la república)
Entonces, una vez aclarado este punto, procederemos a enlistar los principales 12 tipos de pozole (aunque ahora ya sabemos que existen al menos 20) que recorren México de punta a punta.
Pozole Blanco, de Guerrero
El Pozole Blanco, originario de Guerrero, es la variedad más icónica y representativa de esta región. Su preparación es un homenaje a la simplicidad y la elegancia en la cocina. En su esencia, consta de carne de cerdo y maíz cacahuazintle cocidos con orégano, sin la adición de salsas ni condimentos excesivos.
Sin embargo, su versatilidad permite adaptaciones en diferentes regiones, como el Pozole Blanco de Puebla, que se prepara con pollo, o el Pozole Blanco de Colima, que incorpora una variedad de cortes de cerdo, como oreja, cachete, chamorro, cueritos y huesos. En algunas zonas costeras, como Acapulco y Oaxaca, incluso se le añade sardina en lata, mientras que en la Mixteca se enriquece con hoja santa. Cada variante resalta la identidad culinaria de su lugar de origen.
Pozole Rojo, de Jalisco y Michoacán
El Pozole Rojo estilo Jalisco es un tesoro gastronómico que se ha ganado el corazón de México y más allá. Esta preparación utiliza una base de maíz cacahuazintle, carne de cerdo o, en algunas versiones, pollo o pavo.
Lo que hace que el Pozole Rojo sea inconfundible es su salsa, una mezcla de chiles secos molidos que le otorga su característico color rojo y su sabor picante y terroso. Además, en Aguascalientes y el Bajío, se agrega un toque especial con chile marisol. Sinaloa también tiene su propia interpretación con chile guajillo. En San Luis Potosí y Zacatecas, se prepara con chiles colorados, mulatos o guajillos y se sirve en las tradicionales menuderías. Este platillo es una celebración de la audacia culinaria y la pasión por los sabores intensos de Jalisco.
Pozole Verde de Guerrero
El Pozole Verde de Guerrero es una variante excepcional y sabrosa. Su base de maíz cacahuazintle se mezcla con una rica salsa verde que incluye pepitas de calabaza molidas. Esto crea una textura más densa y un sabor que es todo un abrazo de sabores y texturas.
Además de las pepitas, este pozole lleva trozos de chicharrón y aguacate, y a veces, sardina en lata para un toque marino. Uno de los detalles únicos de este pozole es la adición de un huevo crudo, que se sirve en la mesa para que se cocine con el calor del caldo.
Pozole de Frijol o Camagua, de Guerrero
Originario de Guerrero, específicamente en Acatlipa o Chilapa, el Pozole de Frijol o Camagua es un plato que combina lo mejor de la tierra con una mezcla de maíz cacahuacintle y frijoles negros caldosos. La inclusión de epazote agrega un toque herbal y aromático que eleva aún más la experiencia.
Este platillo puede llevar cerdo o pollo, y en Sonora, se conoce como “pozole de tépari”, incorporando elementos como cola de res, chile ancho, ajo, orégano, vinagre y sal. El Pozole de Frijol es un ejemplo claro de cómo la gastronomía regional se enriquece con la creatividad y la tradición.
Pozole Seco, de Colima
Colima nos presenta el Pozole Seco, una variante que se asemeja al Pozole Blanco, pero sin caldo. Su simplicidad radica en la combinación de maíz y carne cocidos al horno, aderezados de manera similar. Este platillo es un ejemplo de cómo la cocina puede ser sabrosa en su pureza, y su textura seca lo distingue entre las variaciones de pozole.
Pozole Batido de Michoacán
En Michoacán, el Pozole Batido es una interpretación única de este clásico mexicano. En lugar de maíz de grano, utiliza pinole, lo que resulta en una textura densa y espesa. Este guiso se sirve con cebolla picada, orégano, lechuga y chile piquín para añadir un toque de sabor y picante. El Pozole Batido es una muestra de la diversidad de sabores y texturas que se pueden encontrar en la rica gastronomía michoacana.
Pozole de Elote (Pozolín o pozolillo), de Michoacán
El Pozole de Elote, también conocido como Pozolín, es una deliciosa alternativa que se encuentra en Michoacán. En lugar de utilizar maíz, este pozole se prepara con elote tierno. Esta versión fresca y sencilla se combina con pollo y chile poblano en algunas regiones. En Jalisco, se añade tomate, cilantro y cebolla, y, si se desea, chile verde. Algunas preparaciones incluso incorporan calabacitas. El Pozole de Elote es una celebración de la simplicidad y la frescura de los ingredientes locales.
Pozole Mar y Tierra, de Camarón y Langosta en Colima y Jalisco
En las costas de Colima y Jalisco, se disfruta del Pozole de Camarón y Langosta, un manjar que combina la esencia del mar con la tradición culinaria. Este pozole se elabora con camarón seco y chile chilacate, y es una deliciosa opción durante la cuaresma. Además, en Nayarit, se añade pimienta para intensificar el sabor. El Pozole de Camarón y Langosta es una experiencia culinaria que honra la riqueza marina de la región.
Pozole de Trigo, de Sinaloa
El Pozole de Trigo de Sinaloa es un festín de sabores y texturas. Esta variante sustituye el maíz por trigo o garbanzo y se enriquece con ingredientes como habas, zanahorias, rábanos, calabaza, amaranto, nopal, cebolla, ajo, quelite blanco, verdolaga, cilantro, chile verde y cola de res. Los yaquis tienen su propia versión, preparada con manteca de cerdo, trigo molido, frijoles y cilantro. En Morelos, se estila con garbanzo. Este pozole es un reflejo de la riqueza de ingredientes y la creatividad de la cocina regional.
Menudo Norteño
El Menudo Norteño es una variante que se extiende desde Tamaulipas hasta Baja California. A diferencia del menudo tradicional, en lugar de cabeza de puerco, este utiliza pancita de res. Este platillo también incorpora maíz y arroz, ofreciendo una combinación única de sabores y texturas. A lo largo de las diferentes regiones donde se prepara, como Chihuahua, Sinaloa, Sonora y Nuevo León, puede incluir otros ingredientes como carne de puerco y arroz, lo que le da un toque característico en cada lugar.
Pozole de Jabalí, de Sinaloa
El Pozole de Jabalí de Sinaloa es una aventura culinaria que nos sumerge en los sabores salvajes de la región. Preparado con carne de jabalí cocida en agua de nixtamal, este pozole se sazona con laurel, orégano y comino, y se sirve coronado con lechuga, cebolla y unas gotas de limón. Cada cucharada es una invitación a explorar los sabores únicos de la fauna local y la maestría culinaria sinaloense.
Pozole Negro o pozole Vegetariano
En México, el Pozole Vegetariano es una opción que se adapta a diferentes preferencias alimenticias. Normalmente, la carne se sustituye por setas, hongos y champiñones, creando una versión igualmente deliciosa. Este pozole puede ser rojo o blanco y se ha convertido en una alternativa popular para aquellos que buscan una opción más saludable y amigable con los animales En algunas recetas modernas, se incorporan ingredientes como huitlacoche y frijoles, lo que da lugar al Pozole Negro, que se asemeja más a un mole que a un pozole tradicional. Esta variante muestra la versatilidad de la cocina mexicana y su capacidad para adaptarse a las necesidades cambiantes de la sociedad.
Sin lugar a dudas, los distintos estilos y tipos de pozoles que hemos explorado en esta rica diversidad culinaria mexicana son testimonio de la creatividad, tradición y la conexión profunda entre la gastronomía y la identidad de cada región.
Cada uno de estos tipos de pozole representan una experiencia única que celebra los ingredientes locales y las historias culinarias que se han transmitido de generación en generación. A través de estas deliciosas preparaciones, el pozole se convierte en un verdadero símbolo de la riqueza y la diversidad de la cocina mexicana.
¿Cuántos de estos 12 tipos de pozole ya conocías o has probado? No olvides de suscribirte a nuestro canal de canal de YouTube, por allá encontrarás más recetas, historias y curiosidades del mundo de la gastronomía.
