Los frijoles de la olla son un clásico de la cocina en México. Son básicos en la dieta de muchos, y los encuentras en casi todos los lugares que sirven carne asada y otros platillos mexicanos. Son muy fáciles de hacer, pero lleva su tiempo.

Los frijoles negros cocidos en caldo son el plato estrella. Se sirven con arroz blanco y son una combinación perfecta. Cocinarlos lleva paciencia, pero el resultado es delicioso.

Aunque la receta básica es simple, el sabor casero y auténtico es lo que hace que todos los disfruten. Estos frijoles son un homenaje a la tradición culinaria mexicana, que nos recuerda que la comida puede unir a las personas a través de sabores deliciosos y genuinos. / Foto: Shutterstock

En la cocina mexicana, cada quien le da su toque especial a los frijoles de la olla.  No existe una receta única para prepararlos. Dependiendo de la zona en el país, estos se cocinan con varios ingredientes y aromas extras como el Epazote, la cebolla, el ajo, la hoja de pápalo, cilantro, laurel, etc.

Pasos importantes antes de cocinar los frijoles: ¿Cómo lavar y remojar los frijoles?

Para preparar adecuadamente los frijoles antes de cocinarlos, es esencial seguir una serie de pasos que requieren tiempo y atención.

1. En primer lugar, debemos examinar minuciosamente los granos para eliminar cualquier impureza, como pequeñas piedras, partículas de arena o semillas de baja calidad. Esto se puede hacer transfiriendo los frijoles de un recipiente a otro o extendiéndolos sobre una bandeja para una mejor visibilidad.
2. Una vez que los frijoles estén libres de impurezas, el siguiente paso es enjuagarlos a fondo con agua corriente. Para esta tarea, un colador grande es útil, ya que nos permite eliminar cualquier residuo restante.
3. Después de lavar y escurrir los frijoles, se deben colocar en un recipiente grande y llenarlos con agua fresca y limpia. Aquí es donde comienza el proceso de suavización, y los frijoles deben permanecer en remojo durante toda una noche, asegurándonos de que el nivel del agua cubra completamente los granos.

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Al día siguiente, es importante verificar que los frijoles hayan ablandado un poco antes de utilizarlos en la preparación de nuestra receta de frijoles de la olla. Este procedimiento garantiza que los frijoles estén en las mejores condiciones para lograr un plato delicioso y bien cocido.

¿Por qué se les llama “frijoles de la olla”?

Podría parecer una obviedad, pero reciben su nombre por su forma tradicional de prepararse. Son el producto de la primera cocción de los frijoles en una olla, en particular, en una olla de barro.

Esta técnica culinaria tradicional en México se caracteriza por cocinar los frijoles en una olla de barro durante varias horas, añadiendo agua según sea necesario hasta que los frijoles estén completamente cocidos.

Según el sitio especializado en gastronomía Larousse Cocina, esta práctica resalta el sabor y la textura únicos que solo se pueden lograr en una olla de barro. A pesar de que es un proceso que lleva tiempo, el resultado es un platillo delicioso y reconfortante que forma parte fundamental de la gastronomía mexicana.

Cómo hacer frijoles de la olla: receta tradicional

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Ingredientes:

• Cerca de dos tazas de frijoles negros
• Agua
• 1 cebolla blanca grande
• Ajos pelados
• 1 rama pequeña de epazote
• Chile serrano (opcional)
• Sal al gusto
• Manteca de cerdo o aceite de oliva

Procedimiento:

1. Enjuaga bien los frijoles con agua para eliminar cualquier polvo que puedan tener. Asegúrate de tener lista la cebolla y los ajos.
2. Coloca los frijoles en una olla grande junto con la cebolla y los ajos. Agrega agua y la manteca de cerdo. Retira cualquier frijolito o pedazos que floten en la superficie, ya que suelen ser frijoles viejos que ya no sirven. Los frijoles se expanden al cocinarse, por lo que necesitas una olla grande.
3. No agregues sal en este momento, ya que se debe añadir casi al final de la cocción para evitar que la piel de los frijoles se endurezca. Si agregas sal al inicio, los frijoles pueden no suavizarse y romperse.
4. Cubre la olla y colócala en la estufa a fuego medio-alto. Una vez que comience a hervir, después de unos 8-10 minutos, reduce la temperatura para cocinar a fuego lento. El tiempo de cocción varía según la frescura, el tamaño y la variedad de los frijoles, y puede tomar de 1 ½ a 3 horas. Si es necesario, agrega más agua caliente o tibia para mantener el nivel de agua al menos 5 centímetros por encima de los frijoles. Revuelve los frijoles ocasionalmente.
5. Cuando los frijoles estén suaves, agrega la sal, el epazote y los chiles serranos (si los deseas). Para evitar que los chiles se revienten, realiza una pequeña incisión en un costado de cada chile antes de agregarlo a la olla.
6. Continúa cocinando a fuego lento hasta que los frijoles estén bien cocidos y suaves. Algunos cocineros prefieren licuar una pequeña cantidad de frijoles cocidos y luego regresarlos a la olla para obtener un caldo más espeso.
7. Puedes disfrutar de los frijoles de la olla una vez cocidos o esperar a que se enfríen y guardarlos en el refrigerador, donde pueden durar hasta 4 días. También puedes almacenarlos en pequeños contenedores o bolsas de congelador para tenerlos listos cuando los necesites.

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