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Sopa de letras: más que un platillo, una lección lúdica e histórica para el Regreso a Clases

Por Ameyalli Roskaritz

Después del primer día de escuela (algo frío y lluvioso) ¡qué mejor que disfrutar de una deliciosa y muy calentita sopa de letras! Una deliciosa opción que, además de ser saludable (siempre y cuando se cocine de forma casera) puede ser un ejercicio didáctico buenísimo para los niños. En medio del bullicio del regreso a clases, esta icónica preparación emerge como un recordatorio de que el aprendizaje puede ser tan gratificante como sabroso.

Además de llenar la panza y el corazón, la sopa de letras es un platillo, un relato y un pasatiempos. Y es que siempre se nos ha dicho que no juguemos con la comida… a menos que se trate de una sopa de letras. Cada bocado es una oportunidad para conjugar letras y construir palabras. “Mamá”, “Papá” y hasta nuestros nombres o los de nuestros amigos. Nunca perderemos la oportunidad de ver hasta dónde podemos llevar las palabras con nuestro alfabeto de pasta.

Pero, ¿alguna vez te habías preguntado el origen de la sopa de letras?

Sopa de letras historia

Y no me refiero a ese juego de letras impresas en una hoja entre la que tenemos que buscar palabras, que sin lugar a dudas es un ejercicio que no puede faltar tampoco en estos primeros días de escuela (además de un lunch saludable). Pero es que puede que no nos hemos detenido a pensar en un mundo antes de la sopa de letras.

Lo que sí se sabe es que la sopa de letras surgió, al igual que la alfabetización masiva, después de la Revolución Industrial, en Paris. En 1877, en las calles de París, los tenderos comenzaron a vender pequeños pedazos de macarrones con letras del alfabeto estampadas en su superficie. Estos trozos se sumergían en sopas deliciosas y reconfortantes, creando un platillo que no solo saciaba el hambre, sino que también estimulaba la mente.

En algún momento, esta innovadora preparación se convirtió en una estrategia simple de alfabetización, aunque los registros históricos no nos revelan la magnitud de su impacto ni cuántas personas se beneficiaron.

Todas las cosas buenas en la vida, nacen de forma “accidental” o espontánea

Pasta de abecedario

Las letras de la sopa de letras se hacen en moldes de corte metálicos con las letras del alfabeto.

Según una leyenda que encontramos en The Ocelot (muy buena para ser verdad), un pequeño accidente en una fábrica de pasta condujo a la creación de un trozo con forma de la letra ‘C’, lo que inspiró la idea de formar todo el alfabeto con pasta. La primera referencia documentada a los espaguetis alfabéticos se encuentra en 1867 en un periódico estadounidense llamado “Raleigh Tri-Weekly Standard”, que mencionaba que algunos fabricantes de sopas estaban reemplazando las formas tradicionales de macarrones por letras del alfabeto.

Con el tiempo, la idea se expandió y se adaptó en Europa, incluso bajo nombres como “Alphabet past”, “Alfabeto”, “Alphaghetti” o “Alphabetti Spaghetti”. 

La “sopa de señas” un esfuerzo didáctico e inclusivo que lleva la sopa de letras más allá

La compañía mexicana “La Moderna” ha dado un giro genial a la clásica sopa de letras con su versión única: ¡la “sopa de señas”! Ya no se trata solo de encontrar palabras en tu plato, sino también de aprender lenguaje señas mientras disfrutas de un festín delicioso e inclusivo.

Sopa de señas inclusiva

En esta sopa también puedes encontrar el alfabeto de la lengua de señas. ¡Una gran opción para que chicos y grandes aprendan!

 

Antes, la sopa de letras era la aliada perfecta para que los peques se divirtieran mientras aprendían el abecedario. Pero ahora, las opciones sopiles y didácticas se han expandido, ampliando el juego para todos, desde los más chicos hasta los adultos ¡Introduciendo señas! No es solo un capricho culinario, es un intento amigable de la empresa por hacer que todos podamos entender y comunicarnos de una manera nueva y emocionante.

Acá re dejamos una receta de sopa de letras en su versión más saludable ¡y perfecta para los pequeños!

Ahora que hablamos de la receta, te dejaremos una opción de sopa de letras con verduras y queso, super saludable y como la mejor alternativa frente a las sopas de sobrecito.

Receta de sopa de letras con verduras

Aunque nosotras enlistamos algunas verduras, puede que tu escojas tus favoritas, omitas algunas o agregues otras. Esta sopa de letras con verduras y queso es mucho más que una simple receta, es un lienzo en blanco culinario donde puedes dar rienda suelta a tu creatividad y aprovechar las verduras que tengas a la mano.

Ingredientes:

  • 1 taza de letras de pasta integral
  • 3 cucharadas de aceite de oliva
  • 1 cebolla pequeña, picada
  • 2 zanahorias medianas, peladas y cortadas en cubitos
  • 2 tallos de apio, picados
  • 1 calabacín mediano, cortado en cubitos
  • 1 pimiento rojo, cortado en cubitos
  • 4 tazas de caldo de verduras (bajo en sodio)
  • 1 taza de espinacas frescas
  • 1 taza de tomates cherry, cortados por la mitad
  • 750 g de jitomates frescos y maduros, cortados en cuatro, o tomates enteros enlatados y escurridos
  • 1 diente de ajo pelado
  • 1/4 de taza de cebolla blanca, cortada en trozos
  • 1 taza de agua
  • 1 cucharadita de sal (o al gusto)
  • Sal y pimienta al gusto
  • 1/2 taza de queso rallado (como queso cheddar o mozzarella)

Procedimiento:

  1. Comienza preparando la salsa de jitomate: Licúa los jitomates, el ajo, la cebolla y el agua en una licuadora hasta obtener un puré suave.
  2. En una olla grande, calienta 3 cucharadas de aceite de oliva a fuego medio. Agrega la cebolla y saltea hasta que esté transparente.
  3. Añade las zanahorias, el apio, el calabacín y el pimiento rojo. Cocina durante unos minutos hasta que las verduras comiencen a ablandarse.
  4. Vierte el puré de jitomate sobre las verduras y añade la sal. Cocina durante unos 6 minutos, revolviendo ocasionalmente, hasta que el puré cambie de color y se espese ligeramente.
  5. Agrega el caldo de verduras a la olla y lleva la mezcla a ebullición. Reduce el fuego y deja cocinar a fuego lento durante unos 10 minutos.
  6. Agrega las letras de pasta integral a la sopa y cocina según las instrucciones del paquete, generalmente alrededor de 8-10 minutos. Revuelve ocasionalmente.
  7. Cuando la pasta esté cocida, agrega las espinacas frescas y los tomates cherry a la olla. Cocina por unos minutos más hasta que las espinacas se marchiten ligeramente y los tomates se ablanden.
  8. Condimenta la sopa con sal y pimienta al gusto. Prueba y ajusta la sazón según tus preferencias.
  9. Sirve la sopa caliente en tazones individuales. Espolvorea queso rallado sobre cada porción para darle un toque cremoso y sabroso.

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