La limpieza y el almacenar los alimentos en el refrigerador son algunas de las cosas que intentamos posponer lo más que se pueda, sin embargo, lamentamos decirles que estas tareas deben ser de las principales en la cocina ya que un acomodo correcto de los alimentos puede evitar muchas infecciones e intoxicaciones por alimentos.
Presta atención y si es necesario toma nota ya que, a continuación, te diremos cómo se deben almacenar los alimentos en el refrigerador. No es coincidencia que los espacios en nuestro refri estén solo por una cuestión estética sino que cumplen una función principal.
Por lo tanto, descubrirás cómo organizar tu refrigerador de manera que tus alimentos se conserven, reduzcas el consumo de energía, saques el máximo provecho de cada espacio y, como beneficio adicional, tengas un orden visualmente agradable. Después de eso Marie Kondo estará muy orgullosa de ti.
Mantener los alimentos a temperaturas adecuadas es una de las mejores formas de evitar o desacelerar la proliferación de microorganismos como Salmonella, E. coli O157:H7 y C. botulinum, éste último provoca botulismo, es decir, una enfermedad grave causada por una toxina que ataca los nervios del cuerpo, de acuerdo con la Administración de Alimentos y Medicamentos de EUA (FDA, por sus siglas en inglés)
En ella se concentra la temperatura más alta de toda la parte interior del refri, te recomendamos colocar alimentos que no sean tan susceptibles a cambios de temperatura como: bebidas, mantequilla, salsas, aderezos, mostaza, cátsup, mermeladas, jugos y vino.
Lo más frío es en la parte baja y lo menos en la superior, lo cual debes tomar en cuenta al momento de almacenar los alimentos en el refrigerador.
En la parte superior pon las comidas que deben estar en refrigeración para conservarse en buen estado pero que no requieren de temperatura muy baja como: los yogures, el queso, los embutidos, los alimentos preparados y envasados y las semiconservas.
La leche, quesos, carnes frías y también alimentos preparados de días anteriores deben guardarse en medio ya que requieren una temperatura más baja.
En la charola inferior se concentra lo más frío (temperatura de 2-4 ºC), es ahí donde debes guardar alimentos que necesitan estar a temperaturas estables y bajas para conservarse en buen estado como: carne cruda y fresca de res, pollo, pescado y cerdo.
De preferencia estos productos deben conservarse dentro de un recipiente con rejilla en la base para que los líquidos que desprenden no toquen el alimento y produzca mal olor.
En esa parte la temperatura es más baja y la humedad es mayor, almacena tanto las frutas como las verduras que necesiten refrigeración para que conserven su sabor y textura por más tiempo. Quítales los empaques que tengan para que no guarden gases y los productos “respiren”. Los cajones los protegen del frío directo y mantienen a una temperatura de 8-10 ºC.
El congelador debes mantenerlo a −18ºC y utilízalo solamente para guardar alimentos que necesitan estar por varios días congelados.
De preferencia marca la fecha de congelación para tener un mejor control de los alimentos. Es super importante que no vuelvas a congelar los alimentos que ya hemos descongelado.
Si una vez descongelado no lo consumes, es preferible cocinarlos y volver a congelarlos, si lo desea.
La Agencia Catalana de Seguridad Alimentaria reveló un listado de consejos para que hagas correctamente el almacenamiento de tus alimentos.
La pregunta que nos hemos venido haciendo desde hace años es si el huevo va o no adentro del refrigerador, el Sabueso nos ayudó a encontrarle una respuesta a esta pregunta.
De acuerdo a la Food Standars Agency, el huevo debe almacenarse en un lugar seco y fresco, la mejor alternativa es hacerlo en un refrigerador a menos de 4°C, pero esto no lo es todo.
Es importante que sepas que los cambios en la temperatura podrían causar la suficiente condensación en la cáscara permitiendo la penetración de Salmonella, infectando el interior del huevo.
Brett Parnes, especialista de Salud Pública de la Universidad de Boston, recomienda que es necesario que los huevos se refrigeren en su envase original en un estante y no en la puerta del refrigerador. Esto evita el cambio de temperatura, pues las puertas de los refrigeradores no suelen estar a la misma temperatura de la parte interna, además de que al abrirlas están más expuesta a la temperatura ambiente y es aquí, en este cambio de temperatura donde la Salmonella prolifera. Refrigerar el huevo en la parte interna del refrigerador contribuye a evitar el desarrollo de Salmonella.
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