Para nadie es nuevo que el gran genio japonés Hayao Miyazaki es un gran amante de la comida, lo deja claro en cada una de sus películas. Tan importante se ha vuelto la gastronomía en sus cintas que inclusive han realizado ya un libro de recetas de las películas de Studio Ghibli.
Su obra se ha vuelto cine de culto y es un gran referente en el género de la animación, inclusive su aportación al mundo sobre la cultura japonesa es de gran reconocimiento. La representación de Japón a través de platillos, procesos y productos retrata una realidad cultural. La cual simboliza un significado profundo y que más allá de ser elementos visuales enriquecen la trama para plasmar conceptos e ideas.
Los alimentos forman parte clave de la trama y es a través de sus personajes que podemos saborearlos. Momentos vinculados con la comida son aquellos con emociones más honestas y profundas que viven los personajes. Quién no recuerda sentir desesperación al ver a los padres de Chihiro cuando devoraban todo un menú para la postre convertirse en unos gigantes cerdos. O recordar a la siempre templada Satsuki hacer los bentos para su familia con tanta responsabilidad a pesar de ser todavía una niña.
Cada una de las historias nos comparte un aprendizaje y es en esos momentos en donde los personajes disfrutan de la comida cuando podemos encontrar un necesario descanso y paz sobre las preocupaciones de la realidad.
El viaje de Chihiro
La comida es retratada siempre como apetitosa, estética y casi perfecta. Miyazaki ha dejado claro que toda comida que salga en sus películas es comida que él debe saber preparar. Algunas de las reglas que imponía a sus animadores para plasmar comida debía estar en acción, pero sobre todo la comida debía lucir esponjosa, caliente y brillante.
Miyazaki es un maestro de la animación pero también lo es cuando de comida se refiere. Es a través de la comida que encontró un vínculo perfecto que le permite entrelazar mundos e ideas. La unión de personajes, fantasía y realidad es gracias a la existencia de la comida, en donde todos pueden habitar.
Estos aspectos permiten al espectador sumergirse en la riqueza cultural y gastronómica japonesa. Inclusive por medio de estas representaciones podemos comprender parte del comportamiento de una cultura y refleja la importancia de las relaciones humanas.
El Castillo Vagabundo
En estos bellos y bien animados momentos, los personajes tienen la oportunidad de demostrar al espectador su entorno cultural y su situación emocional. La comida sirve como una especie de metáfora que plasma aspectos de identidad, nostalgia y un entrañable vínculo entre la comunidad y la naturaleza.
How do you live será su último filme, el cuál saldrá a finales de este año. Para celebrar la vida de Hayao Miyazaki, cocinemos. Aquí te comparto cuatro recetas entrañables de las películas del genio japonés, obtenidas del libro oficial.
Foto: Kasutera/ Shutterstock
Foto: Siberian cake/ PR Times
Foto: Nimono/ Kat Smith
Foto: Nikumans/ The Japanes Kitchen
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