En un rincón escondido de la Ciudad de México se encuentra un refugio sereno, impregnado de aire puro, cuya única misión es proteger y conservar al ajolote. Este mágico lugar es el Museo Nacional del Ajolote “Axolotitlán“, donde la chef Audry Gutiérrez y Pamela Valencia, fundadora y directora del museo, nos invitan a emprender un viaje culinario lleno de conciencia.
Audry Gutiérrez, con su talento culinario, se une a la labor de cientos de personas que buscan preservar a esta emblemática criatura mexicana. El ajolote se encuentra en peligro de extinción en su hábitat debido a la contaminación, la urbanización y la introducción de especies invasoras.
El axolotl o ajolote (Ambystoma mexianum) es un anfibio endémico de la cuenca del Valle de México, que es capaz de regenerar una extremidad amputada de 0 a 100% y hacerla completamente funcional en tan solo 60 días.
“Es una salamandra que puede medir aproximadamente hasta 20-30 centímetros, son animales de piel lisa muy delicada. Tienen sistema óseo y cuentan con tres branquias de cada lado de donde reciben oxígeno del agua (parecen un penacho), lo cual los asemeja a los danzantes mexicanos”, afirma Pamela.
El inmenso amor por los ajolotes fue lo que unió a Audry y Pamela, llevándolas al mismo destino donde ahora combinan sus esfuerzos para recaudar fondos y proteger a esta especie endémica en peligro de extinción. Juntas, trabajan incansablemente por la preservación de estos fascinantes seres acuáticos.
En 2017, nació Axolotitlán con el objetivo de crear un espacio único donde se fusionara el arte, la ciencia y la gastronomía en apoyo al proyecto de conservación del ajolote.
Seis años más tarde, esa visión se ha convertido en una realidad tangible, permitiendo a las personas tener un contacto directo con este mágico anfibio y brindando información crucial sobre las causas de su peligro de extinción. Pamela está segura de que, con los esfuerzos conjuntos, el ajolote podrá salir de la lista de especies en peligro de extinción.
“Mucha gente nos pregunta si creemos que podemos salvarlos. Si no tuviéramos esa creencia, no vendríamos a trabajar aquí todos los días, no existiría un proyecto como este. Mi mayor esperanza reside en los niños. Puedo decirte que actualmente, el 50% de las personas que visitan el museo lo hacen impulsados por un niño”.
En el Museo del Ajolote, te sumergirás en un mundo mágico, donde el arte cobra vida a través de las obras donadas por artistas comprometidos. Además, encontrarás Cinetecatl, un espacio dedicado a proyectar documentales independientes sobre ciencia, naturaleza y sociedad, con el objetivo de dar a conocer los proyectos de diversos creadores.
Con la intención de concienciar tanto a niños como a sus padres sobre la importancia de no tener ajolotes como mascotas, se ha creado una tienda de souvenirs donde podrás llevarte un ajolote de peluche como recuerdo. Además, podrás visitar el Ajolotario, donde se imparten charlas de concienciación sobre la vida de los animales y donde las personas tienen su primer encuentro con un ajolote en persona.
En la actualidad, Axolotitlán alberga una colonia de 50 ajolotes, de los cuales solo se exhiben seis especímenes a la vez, rotándolos periódicamente para garantizar su bienestar y conservación.
Dentro de este increíble espacio se encuentra el primer y único Hospital de Ajolotes, dedicado a recibir y cuidar de las especies que han sido abandonadas, brindándoles los cuidados necesarios hasta que estén en óptimas condiciones.
“Muchas personas caen en el engaño de criadores que les aseguran que al comprar un ajolote están contribuyendo a evitar su extinción, lo cual es completamente falso. Es como si todos tuviéramos un panda en casa y creyéramos que eso por sí solo los salvará de la extinción”, explica Pamela.
Este lugar estaría incompleto sin Chinamitl, un proyecto de alimentación que se basa en la comida mexicana vegana.
“Sería incongruente vender carne mientras a tan solo 10 metros de distancia tenemos a un animal en peligro que estamos intentando salvar. Hoy en día tenemos la fortuna de colaborar en todas estas áreas que forman parte del museo”, agrega.
En el Museo del Ajolote, el enfoque integral en la conservación de estos animales se ve reflejado tanto en su atención médica como en su compromiso con la alimentación vegana, creando un ambiente coherente y en armonía con la misión de preservar esta especie única.
La chef Audrey Gutierrez era la pieza faltante que Pamela necesitaba para hacer realidad su sueño de preservar a los ajolotes.
Gutierrez se define como una cocinera itinerante y es creadora de Quelite Power un proyecto que se cuestiona de dónde provienen los alimentos y quiénes están detrás de lo que comemos.
Audrey reconoce la labor de los productores y de las marchantas quienes se encargan de que ella pueda realizar sus creaciones gastronómicas.
“Yo no sería nadie sin un productor […] No estamos volteando a ver ni siquiera tampoco al artesano que hace un plato, no nos estamos cuestionando, no nos detenemos a ver de dónde sacó el chef el tomate para hacer esta locura”.
La chef Gutiérrez, originaria de Monterrey pero actualmente radicando en Veracruz, encuentra su inspiración culinaria en esta región costera. Con una amplia sonrisa, rememora el éxito que tuvo la creación de la Wow! Xolota, un tamal de tuna morada con blueberry en forma de ajolote.
Esta increíble creación fue concebida para el Día de la Candelaria, una festividad mexicana que se celebra el 2 de febrero, y fue encargada por la Cervecería Monstruo de Agua.
Gracias a la enorme demanda que tuvo la Wow! Xolota, los fondos recaudados de su venta fueron donados al Museo del Ajolote; esta contribución permitió la adquisición de un microscopio para el Hospital del Ajolote, una herramienta esencial para el cuidado y tratamiento de estas criaturas.
Continuando con su exitosa colaboración, Pamela y Audry han vuelto a unir sus talentos con el objetivo de recaudar más fondos en apoyo a los ajolotes.
En la actualidad, la chef se encuentra liderando un taller de arte comestible, una experiencia única donde la creatividad y la gastronomía se fusionan de manera extraordinaria.
En este taller, los participantes tienen la oportunidad de explorar su lado artístico. Audry, con su pasión por la cocina y el arte, guía a los asistentes en la creación de auténticas obras de arte comestibles, deleitando no solo los sentidos visuales, sino también el gusto.
La combinación única de arte y gastronomía no solo brinda una experiencia memorable, sino que también contribuye a una noble causa: la protección y conservación de estos seres acuáticos.
En el taller, todas las familias, parejas y personas que busquen escapar de la rutina son bienvenidas. La chef Audry ha creado una irresistible selección de postres alineados con la ideología vegana, incluyendo donas, galletas, rollos de canela y panes de elote. Estas delicias han sido bautizadas como axolodonas, axolocookies, axolomuffins, axolopops y axolobrownies.
Sumérgete en una explosión de sabores mexicanos mientras participas en este taller. Las axolodonas están rellenas de arroz con leche y te brindarán la oportunidad de sacar tu lado más artístico, ya que se proporcionan pinturas comestibles para que des rienda suelta a tu imaginación.
Además, podrás adquirir un rollo de canela elaborado con una galleta de cacahuazintle, inspirada en las deliciosas galletitas de Tlaxcala. Para evocar la nostalgia de la infancia, la chef presenta una galleta de piloncillo, elaborada con galleta de animalito.
También se ofrece un pastel de elote, único postre que no es 100% vegano, al que se le unta una suave buttercream elaborada con palomitas de maíz. Uno de los postres más solicitados son las paletas tipo Magnum, hechas con nicuatole y rosita cacao.
“El nicoatole digo yo que fue como un error de una doña que estaba haciendo el atole y se le pasó de cocido o le faltó leche y pues ya se inventó que era nicoatole y de ahí salió el postre”.
En este taller te sumergirás en el mundo de los postres inspirados en los ajolotes, déjate llevar por una experiencia culinaria llena de creatividad y sabor.
Los fondos recaudados a través de estos talleres contribuirán a la implementación de un sistema hidráulico de captación de agua de lluvia en el Hospital del Ajolote. Esta iniciativa busca asegurar que el hospital cuente con un suministro de agua sostenible y confiable para brindar los mejores cuidados a los ajolotes.
Gracias a la generosidad y participación de los asistentes a los talleres, se podrá materializar este proyecto para el bienestar de los ajolotes. Cada aporte marcará la diferencia y contribuirá a fortalecer los esfuerzos de conservación de estas criaturas acuáticas.
Dónde: Museo del Ajolote
Prol. 5 de Mayo 521, 2do Parque las Águilas, Álvaro Obregón, 01750 Ciudad de México, CDMX
Horario: Sábados y Domingos de julio de 09:30 a 16:00
Precio: $50 pesos por persona e incluye materiales y asesoría de la chef
Previa reservación vía mensaje directo.
CUPO LIMITADO